CIUDAD DE MÉXICO, 7 Abr. (Notimérica) -
Un ciudadano estadounidense de nacionalidad mexicana ha sido deportado a su país natal por no tener su documentación formalizada, a pesar de no tener antecedentes penales, fundamento indispensable para determinar una deportación, de acuerdo a lo que indicó el actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, durante su campaña presidencial.
Este caso es especialmente llamativo porque Trump recibió el voto de la esposa de dicho inmigrante indocumentado, Helen Beristain, pensando que el mandatario solo deportaría a personas indocumentadas que hubieran cometido algún delito previamente.
De acuerdo con 'CNN', la mujer afirmó que no creía que "el ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) esté ahí para detener a cualquier persona y romper familias", sin embargo, poco después de estas declaraciones, comenzaron a llevarse a cabo los trámites para la deportación de su marido, que fue detenido en febrero.
La no existencia de antecedentes penales en el historial de Roberto Beristain, de 44 años, es una de las grandes contradicciones de su expulsión de terreno estadounidense. Es más, en palabras del abogado de la familia, Adam Ansari, "ni siquiera tiene una multa de estacionamiento y es buen padre y esposo. Además, trabajó mucho en su restaurante".
Para evitar este catastrófico final, se presentaron varias mociones en una corte federal en su nombre, argumentando que su orden de expulsión era improcedente para impedir su traslado a México. También presentaron un recurso en el que se manifestaba que el Gobierno estadounidense había negado sus derechos fundamentales.
MEDIA VIDA EN ESTADOS UNIDOS
Según Ansari, Roberto Beristain llegó a Estados Unidos en 1998, por lo que ha residido en el país norteamericano durante 20 años. Tras contraer matrimonio con su actual esposa, tuvieron tres hijos, todos de nacionalidad estadounidense.
A pesar de que pasaron 17 años de un viaje a Canadá que realizó junto a su familia --cuando, a su vuelta, "los funcionarios de inmigración lo detuvieron", en palabras de su abogado-- Beristain se encuentra en el denominado "limbo legal" para obtener el permiso de residencia en el país, aunque ya se había hecho con el de trabajo y el de conducir.
"Durante cinco años se había presentado de manera voluntaria en la oficina de ICE en Florida, donde vive su abogado de inmigración. Este año, cuando voló a Florida, fue enviado de regreso a Indiana. Se dirigió a la oficina del ICE en Indianápolis, donde lo detuvieron", apuntó el abogado.
La ruta entre diferentes centros de detención de Estados Unidos, como Wisconsin, Illinois, Louisiana, Texas y Nuevo México a la espera de una decisión legal fueron interminables. Sin embargo, durante la nochedel pasado miércoles, su equipo defensor de abogados conoció la noticia de su deportación por parte del ICE a Ciudad Juárez, donde el hombre llegó con la misma ropa con la que había sido detenido dos meses antes.
"De repente me dijeron que era hora de irse", comentó Roberto Beristain. "Me dijeron que recogiera mis cosas, me pusieron en la parte trasera de una camioneta y aceleraron hacia la frontera. Me llevaron a otro centro, mientras que en el transporte me dieron papeleo para firmar", continuó.
A pesar de que el detenido pidió hablar con su abogado, los agentes fronterizos dijeron "que no había tiempo para eso", por lo tanto, alrededor de "las 10.00 (hora local), llegué a la frontera México-Estados Unidos y entré en México", concluyó.