Actualizado 24/02/2017 07:19

La desaparición de Matute Johns, uno de los procesos penales más recordados en Chile

Matute Johns
YOUTUBE

   SANTIAGO, 24 Feb. (Notimérica) -

   Este viernes, el estudiante chileno desaparecido y posteriormente hallado muerto Jorge Matute Johns, habría cumplido 41 años. Este suceso, del que no se conocen los culpables, hace referencia al asesinato del joven penquista Jorge Eduardo Matute Johns, que desapareció el 20 de noviembre de 1999 en la ciudad de Concepción.

   El joven chileno permaneció desaparecido durante cinco años, hasta que el 12 de febrero de 2004 se encontró su cadáver a orillas del río Biobío, hallazgo que estremeció a todos los chilenos y que sigue siendo uno de los procesos penales más recordados en el país.

   En 2010 el suceso fue cerrado sin establecer responsabilidades. Sin embargo, en enero de 2014 el caso fue reabierto tras la publicación de un informe del Servicio Médico Legal (SML) que confirmó que el estudiante fue asesinado con un fármaco llamado pentobarbital, utilizado para eutanasiar animales.

   La actual jueza del caso, Carola Rivas, confirmó que un exguardia de la discoteca 'La Cucaracha', donde desapareció el joven, y su entonces pareja, son los principales sospechosos del crimen.

MISTERIOSA DESAPARICIÓN

   El día de su desaparición, Matute Johns salió de su casa, ubicada en la comuna de San Pedro de la Paz, para dirigirse a una discoteca llamada 'La Cucaracha' en Talcahuano, en la provincia de la Concepción, junto a unos amigos. Fue en ese lugar, en la madrugada del 20 de noviembre, cuando se le vio por última vez con vida.

   Al día siguiente, uno de sus amigos llamó a la policía y al hospital para intentar localizarle. Además, la novia del joven recibió una llamada telefónica anónima en la que aseguraban que a Matute Johns le había ocurrido algo grave. Su familia también confirmó haber recibido llamadas en las que les pedían 50 millones de pesos --más de 74.000 dólares-- para liberarlo.

   Tras la pasividad de las instituciones en la investigación del caso, la familia interpuso una querella criminal en el Juzgado. Después de querellarse, la magistrada del tribunal Flora Sepúlveda realizó peritajes a la discoteca donde acudió el joven, además de interrogar al dueño, Bruno Betanzo, a su pareja y a tres trabajadores del recinto.

   El 5 de enero del 2000, la investigación del caso se redefinió como secuestro y obstrucción a la justicia, y Sepúlveda prohibió que se dieran a conocer los avances relativos al caso, dictamen al que apelaron los medios de comunicación.

   En diciembre de ese mismo año se detuvo a dos jóvenes testigos: Carlos Gajardo y Gisela Miranda por presunta obstrucción a la justicia, a lo que su defensa replicó con un recurso de amparo por estimar que su detención era arbitraria, siendo ambos finalmente liberados el 31 de diciembre del 2000.

   Un informe del mayor de Carabineros, Andrés Ovalle, que fue entregado a la jueza Sepúlveda, estableció que los hechos apuntaban a que el dueño y los dependientes de la discoteca estaban implicados en la desaparición de Matute Johns.

   Sin embargo, la familia del joven acusó a agentes de Carabineros por la desaparición del estudiante, y, días más tarde, se ordenó el arresto de Ovalle por haber realizado dicho informe con ayuda de los padres de Gajardo y Miranda.

   En enero de 2014 el cuerpo del joven fue exhumado y trasladado a Santiago para ser nuevamente examinado por el SML. Los peritajes concluyeron que la causa de la muerte había sido por homicidio, y no fue hasta el 9 de septiembre de 2015 cuando se estableció que Jorge Matute Johns había muerto por intoxicación de pentobarbital.

   Según declaraciones de la actual jueza del caso, Carola Rivas, a 'TVU de Concepción', "estamos cada vez más cerca de la verdad, de eso estoy segura". Rivas se refirió a los dos sospechosos del crimen: el exguardia de la discoteca Cristián Montes y su entonces pareja Cherie Ruíz, ambos detenidos el pasado año pero posteriormente puestos en libertad.

   Rivas aseguró que Montes y Ruíz se mantienen como los principales sospechosos, y es que "dos días después de la desaparición, el guardia Montes describía al joven perfectamente, sin conocerlo y sin haberlo visto nunca. Eso es lógica y psicológicamente casi imposible, ya que para un guardia todos los días son lo mismo: luces, música y un cuartel lleno de gente".

   No obstante, 17 años después de su desaparición, el caso sigue sin resolverse y la desaparición y muerte de Jorge Eduardo Matute Johns sigue siendo un misterio.