MADRID 29 May. (EUROPA PRESS) -
A pocos días de los exámenes de Selectividad, miles de estudiantes se enfrentan a largas jornadas de estudio en casa o en bibliotecas tratando de rendir al máximo. Concentrarse, evitar distracciones y no caer en la fatiga mental es un reto diario. En ese contexto, el método Pomodoro, una técnica de gestión del tiempo nacida en los años 80, ha ganado popularidad entre estudiantes que buscan organizarse mejor y rendir más. Pero ¿realmente funciona?
QUÉ ES EL MÉTODO POMODORO Y CÓMO SE APLICA
El método fue creado por Francesco Cirillo, un estudiante de universidad que utilizaba un temporizador de cocina con forma de tomate (de ahí su nombre) para organizar su tiempo. La idea es simple pero efectiva: trabajar durante 25 minutos seguidos en una sola tarea, y luego tomar un descanso breve de 5 minutos. Cada bloque de 25+5 se llama "pomodoro".
Tras completar cuatro pomodoros seguidos, se recomienda hacer una pausa más larga, de entre 15 y 30 minutos. Durante los bloques activos, es clave evitar cualquier tipo de distracción y centrarse exclusivamente en lo que se está estudiando. Aunque el formato original es 25/5, muchos expertos coinciden en que puede adaptarse a las necesidades de cada persona y al tipo de tarea.
Según diversas universidades, como la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la Universidad UNIE, el método Pomodoro es especialmente útil para estudiantes porque mejora la concentración, reduce la fatiga mental y fomenta la planificación del estudio mediante pausas regulares. También ayuda a mantener la motivación al dividir el esfuerzo en bloques manejables. Plataformas como Todoist o HubSpot lo respaldan por su sencillez y su eficacia para evitar la procrastinación.
ATENCIÓN, PAUSAS Y CIENCIA: LA LÓGICA DETRÁS DEL MÉTODO
Diversos estudios en psicología cognitiva han demostrado que la atención sostenida plena suele mantenerse entre 20 y 45 minutos, dependiendo de la persona, la tarea y el entorno, y a partir de ahí es más fácil cometer errores o dispersarse. Por eso, alternar bloques cortos de trabajo con pausas regulares no solo es práctico, sino que está respaldado por la ciencia.
Un estudio publicado en Cognition en 2011 por investigadores de la Universidad de Illinois demostró que introducir pequeñas interrupciones durante tareas largas ayudaba a mantener la concentración de forma estable. El experimento, liderado por el psicólogo Alejandro Lleras, mostraba que el problema no es que se agote la atención, sino que se diluye cuando la tarea se vuelve monótona. Incluso pausas breves bastaban para reactivar el foco y mantener el rendimiento.
¿AYUDA A MEJORAR LA MEMORIA?
Por otro lado, en lo que respecta a la memoria, un estudio experimental realizado en 2023 con estudiantes de Psicología en Filipinas analizó si el método Pomodoro ayudaba a recordar mejor la información. Los resultados, publicados en el European Modern Studies Journal, no detectaron diferencias estadísticamente significativas en la retención entre los que usaron el método y los que no.
Aún así, los autores apuntan que el valor del método Pomodoro podría estar menos en mejorar la memoria a corto plazo y más en ayudar a estructurar el tiempo de estudio, combatir la procrastinación y reducir la fatiga mental, aunque esto requeriría más investigación.
UN CASO REAL: PRODUCTIVIDAD Y BIENESTAR EN EL MUNDO LABORAL
Más allá del aula, el método Pomodoro también ha sido objeto de estudio en entornos laborales. En 2024, un equipo liderado por Michael Pedersen, profesor de Organización en la Universidad de Copenhague, junto con Sara Louise Muhr, profesora de Estudios Organizativos en la Copenhagen Business School, y Stephen Dunne, investigador en Filosofía y Empresa en la Universidad de Leicester, publicó en la revista Time & Society un análisis sobre el uso del Pomodoro en una agencia de marketing que implantó la jornada laboral de cuatro días.
El estudio, titulado "Time management between the personalisation and collectivisation of productivity", mostró que, al usar Pomodoro de forma colectiva, los empleados lograron mejorar su concentración, reducir interrupciones y trabajar de forma más colaborativa, todo sin bajar el rendimiento. Según los autores, este uso estructurado del tiempo favoreció tanto la productividad individual como el equilibrio emocional del equipo.
MÉTODO POMODORO: ¿SÍ O NO?
El método Pomodoro no es una fórmula mágica para aprobar la PAU, ni un método infalible para memorizar mejor. Pero sí es una herramienta útil para mejorar la concentración, organizar el tiempo de estudio y evitar que el agotamiento mental acabe con la motivación.