MADRID 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
Enamorarse a bordo de un crucero puede sonar idílico, pero para quienes trabajan durante meses en alta mar, las relaciones sentimentales suelen tener una fecha de caducidad. Así lo cuenta Aldana López, una joven argentina que trabaja como instructora deportiva en un crucero y que ha compartido en TikTok su experiencia a través del perfil @aldilo.11.
Aldana forma parte del crew y habla con total sinceridad sobre cómo se viven los vínculos afectivos entre los trabajadores del barco. "Ya entras sabiendo que tal vez no veas a esa persona nunca más", explica. Por eso, muchas de estas relaciones se viven como algo pasajero, sin expectativas de continuidad una vez que uno de los dos termina su contrato.
RELACIONES SIN COMPROMISO
La joven cuenta que la mayoría de sus compañeros tienen muy asumido este tipo de vínculos temporales. "Están juntos, y cuando uno se va, cada uno hace su vida como si nada", resume. Aunque reconoce que hay excepciones -personas que intentan reencontrarse o coincidir en otro barco-, no es lo habitual.
"Para la gente que no le gusta el compromiso, el barco viene bárbaro", dice con naturalidad. En su caso, sin embargo, la experiencia ha sido distinta.
"LAMENTABLEMENTE SOY MÁS SENSIBLE"
Aldana confiesa que no se engancha con facilidad, pero cuando lo hace, lo vive intensamente. "Lamentablemente soy más sensible y si me engancho, es una mierda", afirma. "Para mí sí puede ser algo especial, y no todos se lo toman así".
En su relato, explica que algunas personas incluso esconden sus verdaderos sentimientos tras frases como "ship life", una especie de excusa para no implicarse emocionalmente, aunque haya conexión.
Lejos de buscar dramatismo, Aldana ofrece un consejo desde la experiencia: "Si sos un poquito más sensible como yo, te recomendaría que cuides más tu cuerpo y tu corazón, y que no te tomes nada personal, aunque lo hagan personal. Nunca te lo tomes personal".