MADRID 2 May. (EUROPA PRESS) -
Cuidar plantas en casa no siempre es tan sencillo como parece. Más allá de elegir un lugar con buena luz o acertar con la frecuencia de riego, a veces surgen problemas inesperados que pueden desconcertar incluso a los más aficionados a la jardinería. Uno de los más frustrantes es ver cómo, al regar, el agua simplemente resbala por la superficie en lugar de ser absorbida por la tierra.
En estos casos, muchas personas creen que su planta ya no tiene solución y optan por desecharla. Sin embargo, existe una explicación detrás de este fenómeno y, lo más importante, también una forma de solucionarlo. Antes de rendirte, conviene saber qué está pasando y cómo puedes salvar tu planta.
¿QUÉ ES LA HIDROFOBIA Y POR QUÉ OCURRE?
En ocasiones, al regar las plantas, puede parecer que el agua se repele, en lugar de ser absorbida por la tierra. Este fenómeno es conocido como hidrofobia. Según el usuario de TikTok @andrealonsorc, creador de contenido sobre el cuidado de plantas, la hidrofobia ocurre cuando el sustrato se seca en exceso, creando una capa de compuestos que rechazan el agua. Este problema puede afectar gravemente la salud de las plantas si no se soluciona adecuadamente.
¿CÓMO AFECTA LA HIDROFOBIA A LAS PLANTAS?
La hidrofobia describe un sustrato que rechaza el agua en lugar de absorberla. Esto sucede cuando materiales como la fibra de coco o la turba se secan por completo, cambiando su polaridad superficial. El sustrato se recubre entonces de compuestos cerosos naturales que impiden la penetración del agua.
El efecto es similar a intentar regar un paraguas: el agua resbala por los bordes sin alcanzar las raíces. Este fenómeno se agrava si coinciden factores como:
Altas temperaturas (calefacción o exposición directa al sol).
Compactación del sustrato por mala aireación.
Uso de sustrato viejo o de baja calidad.
Acumulación de sales o fertilizantes.
Cuando el agua no llega a las raíces, la planta sufre estrés hídrico, aunque se riegue con frecuencia, lo que provoca marchitez y desnutrición.
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CÓMO RECUPERAR UNA PLANTA AFECTADA POR HIDROFOBIA
Existen varios métodos eficaces para contrarrestar la hidrofobia y asegurar que las plantas reciban la hidratación necesaria:
Riego gradual y por etapas. Se empieza aplicando una pequeña cantidad de agua, se espera a que sea absorbida, y se continúa poco a poco hasta humedecer todo el sustrato.
Riego por inmersión. Sumergiendo la maceta en un recipiente con agua, el sustrato se rehidrata desde abajo, logrando una hidratación más uniforme. Es la mejor opción cuando la tierra está completamente seca.
Mejorar la aireación del sustrato. Añadir perlita, vermiculita o fibra de coco ayuda a evitar la compactación y mejora la capacidad de retener humedad.
Evitar la sequedad extrema. Mantener el sustrato ligeramente húmedo entre riegos previene la aparición de hidrofobia y favorece la absorción de nutrientes.
Comprender cómo funciona este fenómeno es la clave para que el agua llegue a las raíces de forma efectiva, evitando el estrés hídrico y permitiendo que la planta siga creciendo fuerte y sana.