MADRID 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
La expresión "huelga a la japonesa" ha sido repetida durante décadas en España y Latinoamérica, pero la realidad es muy distinta a lo que muchos piensan. Según fuentes de la Embajada de Japón recogidas por Verne, esta supuesta forma de protesta laboral, en la que los trabajadores producen el doble para dañar a la empresa, no existe en Japón. Todo se trata de un mito popular que ha calado apoyada por la imagen de los japoneses como empleados altamente disciplinados y productivos.
El concepto ganó fuerza debido a la percepción de que la cultura japonesa se basa en el esfuerzo colectivo y la dedicación absoluta al trabajo. Sin embargo, Florentino Rodao, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Historia de Asia, confirma que "en Japón no hay muchas huelgas, pero son iguales que en Occidente". Esto desmonta la idea de que los japoneses practican un método único de protesta laboral.
EL ORIGEN DEL MITO: TOYOTA Y LA PRODUCCIÓN "JUSTO A TIEMPO"
El mito podría estar relacionado con el sistema "Just-In-Time" que Kiichiro Toyoda, fundador de la automotriz Toyota Motor Corporation, implantó en los años 40, según el blog especializado Japón Secreto. Este método buscaba reducir costes y mejorar la eficiencia eliminando los grandes stocks: las fábricas producían solo lo que se pedía. La estrategia pretendía optimizar la cadena de suministro y evitar gastos innecesarios de almacenamiento.
Debido a este modelo, comenzó a difundirse la idea errónea de que los trabajadores podían provocar pérdidas económicas si producían más de lo necesario, pero en realidad nunca existió una huelga real basada en este concepto. Desde Casa Asia, Amadeo Jensana, director de Economía y Empresa, explica que en Japón predomina una cultura de colaboración entre empleados y empresas, impulsada por sistemas como el kaizen, enfocado en la mejora continua y la toma de decisiones conjunta.
CÓMO SON LAS HUELGAS REALES EN JAPÓN Y QUÉ PASÓ EN ESPAÑA
Aunque no existe la "huelga a la japonesa", en Japón sí hay protestas laborales, pero con características muy diferentes. Según fuentes de la Embajada de Japón recogidas por Verne, los sindicatos acuerdan previamente con las empresas el día y la hora de la protesta. En la mayoría de los casos, se trata de paros simbólicos de pocas horas que no generan pérdidas significativas.
En España, sin embargo, el término ha llegado a inspirar movilizaciones reales. Un ejemplo ocurrió en 1985, cuando los farmacéuticos realizaron una protesta llamada "huelga a la japonesa", trabajando más horas para manifestarse contra la reducción de beneficios en la venta de medicamentos. Aun así, estas acciones no tienen relación con Japón y solo reflejan la popularización de un concepto equivocado.