MADRID 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
A veces basta un detalle curioso en la calle para despertar una pregunta: ¿por qué algunos coches tienen bolsas de plástico cubriendo los retrovisores? Aunque pueda parecer algo sin sentido a primera vista, lo cierto es que hay razones prácticas detrás de esta imagen, que van desde la protección contra el clima hasta algo tan inesperado como defender el coche de los ataques de ciertos pájaros.
Uno de los motivos más habituales, especialmente en zonas de frío, es proteger los retrovisores del hielo. Al cubrirlos con bolsas, se evita que el agua se congele sobre el cristal y que el mecanismo de plegado quede bloqueado por las bajas temperaturas. Es una medida preventiva sencilla y eficaz que muchos conductores adoptan en inviernos extremos.
También hay quien utiliza las bolsas para proteger los espejos de excrementos de aves, sobre todo si el coche se deja aparcado bajo árboles o cables donde los pájaros suelen posarse. Los retrovisores, al sobresalir de la carrocería, suelen ser uno de los puntos más expuestos y difíciles de limpiar.
PICOTAZOS POR "EFECTO ESPEJO": UN ATAQUE AL REFLEJO
Sin embargo, el motivo más curioso y menos conocido tiene que ver con el comportamiento territorial de ciertas aves, especialmente durante la temporada de reproducción. Tal y como explica la plataforma especializada en aves Mnemolia, algunas especies como gorriones, mirlos, pinzones o herrerillos atacan su propio reflejo al confundirlo con un rival que amenaza su territorio.
Este comportamiento, que también se observa en ventanas o cristales de viviendas, es especialmente intenso entre marzo y junio, cuando los machos defienden la zona donde han anidado. Al ver su imagen en el espejo retrovisor de un coche, el pájaro la interpreta como un intruso y lanza repetidos picotazos y aleteos contra la superficie, sin comprender que se enfrenta a sí mismo.
Según Mnemolia, este fenómeno puede prolongarse durante semanas y causar heridas al ave o daños materiales al vehículo, especialmente si el atacante es un pájaro de pico fuerte como los córvidos o ciertos pájaros carpinteros.
EL CASO DE ROCKPORT: EL PÁJARO CARPINTERO VÁNDALO
Un ejemplo real de este fenómeno tuvo lugar recientemente en Rockport, un pueblo costero de Massachusetts (EEUU), donde los vecinos se enfrentaban a un aparente caso de vandalismo en serie: más de 20 vehículos aparecieron con retrovisores y parabrisas dañados.
Tras semanas de confusión, una vecina logró fotografiar al culpable: un pájaro carpintero crestado, un ave del tamaño de un cuervo con plumaje blanco y negro y una cresta roja, que se reflejaba en los cristales y los atacaba. "Parece que tenemos un vándalo en nuestro vecindario", bromeó la residente Janelle Favaloro en declaraciones recogidas por NBC News.
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Según explicó Ron Magill, director de comunicaciones del Zoológico de Miami, este tipo de comportamiento se intensifica en primavera: "Es temporada de reproducción, por lo que todos estos pájaros machos, no solo los carpinteros crestados, están en una fase muy agresiva de cortejo y defensa territorial", afirmó en el programa 'TODAY'.
CÓMO EVITAR LOS DAÑOS SIN PERJUDICAR AL AVE
El uso de una simple bolsa de plástico puede ser una solución provisional para eliminar el reflejo y disuadir al ave, especialmente si el coche está aparcado de forma habitual en zonas donde las aves anidan. También se pueden utilizar fundas opacas específicas o pañuelos atados, siempre que no impidan la visibilidad si se va a utilizar el vehículo.
Otras recomendaciones, como señalan desde Mnemolia, pasan por eliminar el reflejo mediante cintas adhesivas o papel sobre la superficie reflectante, o incluso aparcar el coche en una orientación diferente durante unos días.