MADRID 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
La tradicional tortilla de patata española tiene en Italia una versión que rompe con la receta que conocemos. En lugar de usar huevo como elemento principal para mezclar los ingredientes, la italiana cuenta con un ingrediente que aporta un sabor intenso y una textura única: el queso.
El 'frico' es un plato tradicional del noreste de Italia, concretamente de la región de Friuli-Venezia Giulia, y especialmente popular en la zona montañosa de Carnia. Al igual que la tortilla de patata española, tiene un origen humilde y campesino: nació como una receta de aprovechamiento para reutilizar sobras de queso.
Aunque no lleva huevo, su aspecto, sencillez y espíritu popular recuerdan a nuestra tortilla: ambas surgieron para alimentar con poco, y ambas han llegado a convertirse en emblemas gastronómicos.
PASO A PASO PARA HACER FRICO EN CASA
El 'frico' puede prepararse con o sin cebolla, y permite múltiples variaciones según el tipo de queso utilizado, adaptándose al gusto de cada persona. La clave, según Giulia, una italiana afincada en Madrid que se dedica a compartir recetas italianas en @cookwithgiulia, es conseguir que el queso se funda bien junto con las patatas, creando una textura jugosa y dorada que recuerda a la tortilla de patata tradicional pero con un toque diferente.
INGREDIENTES NECESARIOS
Para preparar una ración individual, se necesitan pocos ingredientes:
Dos patatas medianas, que serán la base de la receta.
Una cebolla pequeña, que es opcional pero recomendada para darle un toque dulce y aromático; se puede ajustar al gusto personal.
Sal (también al gusto)
200 gramos de queso montasio, que es el ingrediente estrella. Este queso se funde fácilmente y aporta una intensidad cremosa.
¿Y si no tengo Montasio? Aunque el frico se elabora tradicionalmente con queso Montasio, en casa puedes adaptarlo fácilmente con otros quesos. Giulia recomienda optar por aquellos que fundan bien, como el Arzúa, el queso de tetilla, el manchego joven o cualquier variedad semicurada.
MODO DE PREPARACIÓN
Rallar las patatas y añadirlas a la cebolla previamente cortada y dorada en la sartén.
Incorporar sal al gusto.
Cortar el queso en dados y añadirlo a la mezcla una vez que las patatas hayan perdido humedad.
Poco a poco, el queso se irá fundiendo, lo que permitirá darle forma a la tortilla.
Cocinar hasta que esté dorada por un lado, darle la vuelta y dorar por el otro hasta alcanzar la textura deseada.