MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Con la bajada de temperaturas y las primeras lluvias del otoño, muchos conductores se preguntan si ha llegado el momento de cambiar los neumáticos del coche. Aunque en España no es obligatorio montar neumáticos de invierno, los expertos coinciden en que hacerlo mejora el agarre, la seguridad y hasta el consumo de combustible.
Los neumáticos de invierno no están pensados solo para circular con nieve. Su composición y su dibujo especial permiten mantener la adherencia y la estabilidad cuando el termómetro baja de los 7 °C, algo que en muchas zonas del país ocurre durante buena parte del invierno.
POR QUÉ CAMBIARLOS ANTES DE QUE LLEGUE EL FRÍO INTENSO
Desde Michelin explican que el momento ideal para montar neumáticos de invierno es cuando la temperatura media diaria baja de los 7 grados. A partir de ese punto, el caucho de los neumáticos de verano se endurece, pierde flexibilidad y reduce su agarre.
En cambio, los compuestos de los neumáticos de invierno están formulados para mantener su elasticidad incluso con temperaturas bajo cero, lo que se traduce en una frenada más corta, mayor tracción y una conducción más segura sobre asfalto frío o mojado. Según Michelin, ofrecen hasta un 20 % menos de distancia de frenado respecto a los de verano, y además contribuyen a reducir el consumo y el desgaste del vehículo, tal y como destacan desde Talleres Ingenaga.
EN ESPAÑA NO ES OBLIGATORIO, PERO SÍ RECOMENDABLE
A diferencia de otros países europeos, en España no existe una obligación general de usar neumáticos de invierno, aunque el Reglamento Europeo establece que los vehículos deben ir equipados con neumáticos adecuados a las condiciones de la vía.
Como recuerdan desde Ingenaga, las autoridades pueden exigir su uso o el de cadenas en zonas concretas cuando hay hielo o nieve. En esos casos, llevar neumáticos de invierno permite circular sin necesidad de montar cadenas y con mayor seguridad.
CUÁNDO VOLVER A LOS NEUMÁTICOS DE VERANO
Los expertos recomiendan mantener los neumáticos de invierno hasta que las temperaturas se estabilicen por encima de los 7 °C. A partir de entonces, es mejor volver a los de verano, que ofrecen mayor rendimiento en seco y un menor desgaste cuando el asfalto está caliente.
Además, guardar correctamente los neumáticos fuera de temporada es clave para prolongar su vida útil: deben almacenarse limpios, en un lugar fresco y sin exposición directa al sol.