Publicado 18/06/2016 11:59

El desierto de Sonora, una 'máquina de matar'

Sonora
WIKIPEDIA

   CIUDAD DE MÉXICO, 18 Jun. (Notimérica) -

   Rayos de sol que pueden cegar, temperaturas que alcanzan los 50º en verano o riesgo de morir congelado en invierno. Estas son algunas de las amenazas que presenta el desierto de Sonora, localizado entre México y Estados Unidos.

   Con una extensa superficie de casi 260.000 kilómetros cuadrados, el desierto de Sonora es uno de los más grandes y calurosos del mundo. El profesor de antropología de la Universidad de Michigan Jason de León ha hablando con 'BBC Mundo' sobre los peligros de este extenso páramo.

   Además de las condiciones extremas, "está la flora y la fauna. Éste es un medio ambiente donde todos los seres vivos, como cactus, escorpiones y víboras de cascabel, están allí para morderte, rasgarte o lesionarte. Y donde incluso con una brújula puedes perderte y pronto entrar en dificultades".

   "Y muchos de los que llegan a morir simplemente desaparecen, cuando sus cuerpos son destruidos por los zopilotes (buitres)". Por todo ello, el profesor define al desierto como una "máquina de matar".

   Una máquina que cada vez se cobra más vidas de aquellos que intentan entrar de forma ilegal a Estados Unidos procedentes de México y Centroamérica. De León afirma que cada año se recuperan los cuerpos de entre 200 y 300 personas.

   "Pero la cifra puede ser mucho más grande porque muchas veces los cuerpos quedan destruidos o simplemente desaparecen", dice el investigador.

   Actualmente, la cifra es más alta que en años pasados. Esto se debe al incremento del número de patrullas fronterizas en las áreas pobladas y menos inhóspitas de la frontera, por lo que los migrantes se han visto forzados a tomar las rutas más remotas y peligrosas.

   Según cuenta, en el 2001, una persona pasaba dos o tres días caminando para llegar a la frontera. Ahora, con la construcción de vallas de vigilancia y el incremento de las patrullas fronterizas, los migrantes toman rutas que toman hasta doce días caminando.

¿QUÉ SUCEDE EN SONORA?

   De León, junto con su equipo, comenzó a investigar lo que sucede en este desierto que abarca grandes partes de Arizona y California, en el suroeste de EE.UU.; y de Sonora, Baja California Norte y Baja California Sur, en el noroeste de México.

   "Trabajando en el desierto empezamos a encontrar muertos: huesos y fragmentos de esqueletos. Y vimos que las muertes que ocurren en el desierto son muertes muy violentas", explica.

   A través de experimentos de ciencia forense y encuentros con familiares y migrantes, profundizaron en las desapariciones que tenían lugar en aquel árido terreno.

   En 2012 los investigadores colocaron en el desierto cuerpos de puercos, que vistieron con ropa y efectos personales, para recrear lo que ocurría con quienes habían muerto.

   "Queríamos recrear el impacto del ambiente y los efectos que tienen los animales del desierto, como los buitres y los coyotes, en el cuerpo humano".

   "Usamos puercos porque son los más parecidos a los humanos. Tienen órganos similares, piel, pelo, y peso similar", explica el investigador. "Pusimos cámaras para registrar lo que ocurría".

   Así descubrieron la alta velocidad a la que desaparecen los cuerpos que sirven de alimento a los buitres. "En el verano esta destrucción ocurre en menos de 36 horas: unos 30 zopilotes se comen todo el cuerpo, separan los huesos y destruyen las pertenencias", cuenta.

    "Con los experimentos tuvimos datos científicos para confirmar que los buitres pueden destruir un cuerpo en menos de dos días. Esto confirmó que puede haber mucha gente que desaparece en este lugar sin dejar rastro", añade.