CIUDAD DE MÉXICO, 24 May. (Notimérica)
Las autoridades mexicanas detuvieron por trata de personas a Alberto Ortiz Aguilar, procedente de Guerrero, tras pagar 65.000 pesos (3.400 dólares) para que una niña de 12 años fuera su esposa. Pero posteriormente lo liberaron porque la compraventa de mujeres es parte de los Usos y Costumbres en ese estado y la Constitución los permite como herramienta normativa entre comunidades indígenas.
Tras recibir una llamada anónima, agentes de la Unidad Especializada en Investigación para Trata de Personas en Delitos por Razones de Género de la Fiscalía General del Estado detuvieron a Aguilar, de 28 años, en Ejido Hidalgo (Chihuahua) y pusieron a la joven bajo tutela. Pero después lo liberaron dada la aparente cobertura legal de la compra y porque la adquisición de la menor se había realizado con el acuerdo de su familia.
Sin embargo, la niña permanece bajo custodia de la Protección Auxiliar de Niñas del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Chihuahua.
El artículo segundo de la Constitución mexicana señala el derecho de las etnias a "aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos, sujetándose a los principios generales de esta Constitución, respetándo las garantías individuales, los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres".
Además, la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes establece en los 18 años la edad mínima para contraer matrimonio en México, sin el otorgamiento de dispensas o excepciones.
Por eso, la directora del Instituto Chihuahuense de las Mujeres, Emma Saldaña Lobera, sostiene que "ningún uso o costumbre está por encima de los derechos humanos".