Actualizado 18/12/2017 10:42

Día Internacional del Migrante, una mirada hacia la región iberoamericana

Migrantes mexicanos
LUCY NICHOLSON / REUTERS

   MADRID, 18 Dic. (Notimérica) -

   A lo largo de la historia de la humanidad, la migración ha sido significado de búsqueda de una vida mejor en la que se puedan cumplir las necesidades básicas de las personas y la determinación individual para superar la adversidad de los países de los que proceden.

   Aunque se tengan como referencia diversos conflictos nacionales y las dos guerras mundiales que asolaron el mundo durante el pasado siglo, estos precedentes no parecen determinar la detención y freno de estas migraciones, por lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó en diciembre del año 2004 el día 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante.

   Los Derechos Humanos y las libertades fundamentales de los migrantes son dos de los principales pilares sobre los que se establecen las actividades con las que tanto organizaciones gubernamentales como no-gubernamentales conmemoran este día en los diversos estados miembros de la ONU.

   Los desplazamientos forzados continúan siendo una de las principales problemáticas de la región latinoamericana, habiendo adquirido además una repercusión política y social mayor en los últimos meses.

   La llegada a la Casa Blanca del presidente republicano Donald Trump, cuyos planteamientos sobre los migrantes y la población latina residente en Estados Unidos ha levantado ampollas y ha puesto en la palestra pública la situación de aquellos que se ven obligados a salir de sus hogares en busca de una vida mejor.

   Desde el levantamiento de un muro que separe y dificulte la entrada de inmigrantes procedentes de México y Centroamérica, hasta la deportación de miles de latinos residentes en Estados Unidos, han formado parte de las principales propuestas electorales con las que Trump ha ganado la presidencia, lo que hace ver que gran parte de la sociedad sigue sin tener en cuenta las situaciones reales a las que se enfrentan los colectivos migrantes.

   Los desplazamientos forzados son ejercidos a consecuencia de la persecución, los conflictos y violencia generalizada, así como las constantes y repetidas violaciones de Derechos Humanos sucedidas en algunos territorios. En el caso de la región latinoamericana, el narcotráfico y las maras o pandillas han integrado en el día a día de los centroamericanos el riesgo vital de ellos mismos y sus familias.

   Asimismo, gran parte de la atención internacional ha estado centrada en Venezuela. La situación política, económica y social de inestabilidad que se vive en el país ha llevado a que cientos de venezolanos hayan abandonado el país sudamericano, especialmente con destino a Europa --donde destaca España como país receptor-- así como a otros países de la región, entre ellos Colombia.

LAS MUJERES

   En líneas generales, el panorama migratorio ha cambiado en las últimas décadas. En la actualidad los movimientos de población son con frecuencia interregionales debido, principalmente, a la situación política y económica de los países. Además, la tendencia ha dado lugar a la 'feminización de la migración', según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

   Al contrario que los migrantes internacionales, en la migración interregional predomina la femenina sobre la masculina. Además, en ocasiones la situación de vulnerabilidad de las migrantes se ve deteriorada por los abusos físicos y sexuales durante el proceso de desplazamiento.

   Además, en muchas ocasiones las mujeres migrantes se enfrentan a una doble discriminación en el mercado de trabajo, como mujeres y como extranjeras. Es común que se las discrimine como resultado de los estereotipos y creencias culturales y religiosas tradicionales, por lo que el gran desafío de la comunidad internacional se centra en derribar el sesgo de 'género' implícito en las migraciones.

MIGRACIÓN INFANTIL

   Según ACNUR, la cantidad de niños, niñas y adolescentes no acompañados ascendió en un 330 y un 400 por ciento entre los últimos cinco años. La situación de estos menores extranjeros cobra especial importancia en la región de Centroamérica y los países del norte. Entre ellos, destaca México como el país de origen, destino y tránsito.

   Los principales países en los cuales ocurren mayores flujos migratorios de menores corresponden a Paraguay, Nicaragua, Colombia y Bolivia y el porcentaje de niños que salen de su nación natal para buscar mejores condiciones fuera de sus fronteras supera el 13 por ciento de la población migrante total.

   Dentro de las principales causas para migrar de niños, niñas y adolescentes se pueden mencionar la reagrupación familiar en el destino, la búsqueda de oportunidades laborales y educativas y la urgencia de escapar de situaciones de violencia social o abandono familiar.

   Las migraciones de estos grupos vulnerables están marcadas por diversas problemáticas generalizadas, especialmente en la frontera entre México y Guatemala, donde no existe una perspectiva de la niñez en la política migratoria ni una legislación que la regule y la controle de manera eficaz.

   La falta de mecanismos nacionales y bilaterales que aseguren el interés superior del niño, además de los abusos, extorsiones y el incremento de la trata de niños con fines de explotación laboral y sexual, son algunos de los problemas que deben ser erradicados en su totalidad con la mayor rapidez posible.

   Es por eso que la niñez migrante representa uno de los temas clave que deben incorporarse en la agenda migratoria a nivel regional para establecer manuales de referencia sobre como deben regularse los desplazamientos de los niños entre los países iberoamericanos.