BUENOS AIRES, 2 Abr. (Notimérica) -
El sector inmobiliario argentino no funciona como en el resto de la región. Algunas de las peculiaridades, que complican la vida de aquellos que pretenden tener una vivienda en propiedad, son la enorme dificultad de obtener un crédito o los trámites que se dilatan durante años.
Tras la llegada al poder del presidente argentino, Mauricio Macri, se han llevado a cabo determinadas medidas encaminadas a favorecer el mercado inmobiliario del país, a través de determinados ajustes, como el intento de incentivar el pago a través de cheques o transferencias dentro de este sector.
El crecimiento de los créditos hipotecarios, antes prácticamente productos financieros inexistentes en el país, ha llevado a algunos a hablar de "boom de créditos", aunque Argentina se encuentra muy lejos de acercase a otros países de la región.
Décadas de restricciones, 'corralitos', inflaciones galopantes y devaluaciones han hecho a los argentinos perder la confianza en su sector económico, lo que conlleva que muchos de los nacionales del país mantengan sus ahorros en dólares y fuera de las fronteras del país.
Dato significativo de la escasa o nula confianza de los ciudadanos en su economía es que los depósitos bancarios privados solo supongan el 15 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) argentino, frente a la media de 52 por ciento de la región.
La consecuencia directa de este hecho, es que las transacciones de compra-venta de vivienda se lleve a cabo a través de dinero en metálico. Esto no ocurre solo con inmuebles, sino también en el caso de adquisiciones de coches, muebles o electrodomésticos, bienes que acostumbran a pagarse mediante transferencia bancaria o cheque.
Una de las 'peculiaridades' económicas de Argentina que más afectan a la compra de vivienda es la ausencia de créditos hipotecarios durante 15 años. El motivo del dificilísimo acceso a los créditos de la población del país es, entre otros factores y según ha estimado la 'BBC Mundo', que el 40 por ciento de la economía argentina es sumergida.
CÓMO COMPRAR UNA VIVIENDA
Tener una vivienda en propiedad en Argentina no es sencillo. La odisea de comprar una casa comienza desde el momento de mirar el precio: No existe uno solo, sino tres diferentes. Por un lado, se encuentra el valor fiscal, por otro, el valor inmobiliario y, por último, el valor real.
Un escríbano inmobiliario argentino, Miguel, ha explicado a 'BBC Mundo' a qué corresponden estos tres precios: "La diferencia entre ellos tendrá que ver con la disposición que tengan vendedor y comprador de flexionar más o menos la ley".
Por otro lado se encuentras las duras retenciones fiscales a la hora de adquirir vivienda. El 7 u 8 por ciento del precio del inmueble es para el Estado, el 1 u 2 por ciento para el escríbano y, por último, el 3 o 4 por ciento para el agente de bienes raíces.
En total, Miguel ha afirmado que "con un 12 o 13 por ciento de retención es inevitable que la gente no se sienta inclinada a evadir impuestos". La enorme desconfianza en los bancos también promueve que estas transacciones se realicen en efectivo.
En subdesarrollo de los créditos, la desconfianza en el centro financiero, y las enormes retenciones son factores indispensable para entender por qué la mayor parte de los argentinos aún prefieren pagar una vivienda con dinero en metálico, aunque tengan que transportarlos en bolsas.
Una situación de economía a nivel de usuario incompatible con el desarrollo, que desincentiva que Argentina sea, de una vez por todas, propietaria.