Publicado 15/01/2019 21:18

Dilma Rousseff cree que el modelo de "campaña" de Bolsonaro se va a "expandir a otros países"

Dilma Rousseff en Sevilla
María José López - Europa Press

   SEVILLA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff ha advertido este martes de que el "proceso de estructuración de la campaña" de Jair Bolsonaro para hacerse son el poder en el país carioca, "vía WhatsApp", "transformando" en "ofensas" cuestiones "identitarias" como las "conquistas" en favor de los derechos de las mujeres y la "financiación empresarial", se va a "expandir a otros países".

Rousseff ha participado este martes en Sevilla en un foro sobre humanismo celebrado en la sede de la Fundación Tres Culturas, junto con el jurista y ex magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón; la presidenta de la Fundación José Saramago, Pilar del Río; y la consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad en funciones, Lina Gálvez.

   En este contexto, la ex presidenta brasileña ha avisado de que para las sociedades "la memoria y las circunstancias en las que sucede la Historia son muy importantes", lo que le ha llevado a desgranar el "duro proceso" vivido por su país entre 1964 y 1985 durante la dictadura militar y el posterior proceso de "formación democrática y mejoría de los derechos básicos de la población", pues según ha precisado la implantación de la democracia en una sociedad no implica directamente la aplicación de políticas "humanistas", sino que es necesario promover las mismas.

   Este proceso de "democratización" seguido por Brasil, según ha rememorado, fue paralelo al "surgimiento del neoliberalismo" en países como Estados Unidos o Reino Unido, una ideología que ha conectado con la promoción del "individualismo", la cultura "de la competición" y el "predominio de las finanzas sobre las formas de producción", lo que a su entender acaba traduciéndose en "un impacto" laboral con una "reducción drástica del empleo".

LAS CONSECUENCIAS DEL NEOLIBERALISMO

   Del mismo modo, y analizando los paradigmas del neoliberalismo, ha alertado del mensaje de que los grandes mercados "están siempre en lo cierto" y de los riesgos de que las políticas neoliberalistas lleguen a los gobiernos de los países, porque desde el poder, el neoliberalismo pretende "privatizar, desregular el mercado de trabajo y acabar con las políticas sociales", sobre todo porque "un estado que no cobra impuestos no es capaz de proveer bienestar".

   Al respecto, ha defendido "la importancia del estado y las contribuciones" económicas para sostener económicamente las políticas "de bienestar social".

   A continuación, Dilma Rousseff ha analizado el ascenso al poder en Brasil del militar de reserva Jair Bolsonaro, rememorando las sucesivas victorias del Partido de los Trabajadores, que gobernó el país entre 2003 y 2016 primero de la mano de Luiz Inácio Lula da Silva y después con ella misma como presidenta, y exponiendo que a lo largo de los últimos tiempos, Brasil ha experimentado una "destrucción" del centro político, antes de que finalmente Bolsonaro ganase las últimas elecciones presidenciales y comenzase a gobernar el pasado 1 de enero.

   En ese sentido, ha analizado la estrategia seguida por Bolsonaro para hacerse con el poder, exponiendo al respecto que el "surgimiento de la extrema derecha como fuerza siempre se subestima" y, en el caso de Brasil, Bolsonaro no participó "del debate" político como tal ni contó con "tiempo en televisión" para difundir su proyecto, pero sí contó una gran difusión y proyección en las redes sociales, según ha rememorado.

EL MODELO DE CAMPAÑA DE BOLSONARO

   Así, ha detallado el "proceso de estructuración de la campaña" de Bolsonaro "vía WhatsApp", con "financiación empresarial" y con la "transformación" discursiva de "cuestiones identitarias" como las "conquistas" en favor de los derechos de las mujeres en "ofensas" para algunos sectores, porque a su juicio es un modelo que "se va a expandir a otros países".

   En ese sentido, ha llamado a "no subestimar" el nuevo gobierno brasileño de Bolsonaro, que a su juicio combina "pautas neoliberales y neofascistas", y afrontar la lucha contra este tipo de fenómenos como un proceso "a medio plazo" en el que "es muy importante la participación de los intelectuales".

   Igualmente, y repetidas veces durante su intervención, Rousseff ha defendido a su antecesor en la Presidencia de Brasil por el Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, actualmente en prisión tras ser condenado por el caso de corrupción de Petrobras.

   Más en concreto, ha conectado su situación y las medidas promovidas en su contra con las reacciones a su "campaña contra los oligopolios" en Brasil. Además, ha lamentado los términos en los que fue desarrollado el procedimiento judicial promovido en su contra, ya que a su juicio la Justicia brasileña "rompió" el principio de igualdad, dejando a Lula da Silva sin "derechos" y sometido a "intentos de humillación".