Actualizado 17/08/2006 19:29

Ecuador.- Un muerto, 60 desaparecidos y al menos 3.000 evacuados tras la mayor erupción del volcán Tungurahua

El volcán ha entrado en un estado de calma temporal pero continúa siendo peligroso, ya que retiene en su interior mucho magma


QUITO, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Una persona ha muerto calcinada, otras 60 continúan aún hoy desaparecidas y al menos 3.000 personas fueron evacuadas sólo en la localidad de Penipe, en la provincia de Chimborazo, después de que la actividad del volcán Tungurahua entrara en su punto álgido anoche, cuando las expulsiones de lava alcanzaron los 8 kilómetros e incluso hizo desaparecer varios pueblos y caseríos de la zona.

Así lo confirmó hoy jueves el alcalde de la localidad de Penipe, Juan Salazar, quien precisó que la primera víctima mortal del volcán fue un hombre cuyo cuerpo calcinado se halló esta mañana, según informaciones de la prensa local recogidas por Europa Press.

El alcalde Salazar informó también de que localidades como Penipe, Guzo, Guantuz, Puela y Bilbao han sido arrasadas y prácticamente han desaparecido bajo la lava, que incendió Palizahua.

AL MENOS 3.000 EVACUADOS

Hasta el momento solo en Penipe han sido evacuadas unas 3.000 personas. Esta madrugada también fueron evacuadas localidades como Baños y Pelileo, sin embargo, a pesar de que el peligro persiste, muchos de sus habitantes regresaron ya hasta el centro de la ciudad.

Según Salazar, varios testigos señalaron que los planes de contingencia no fueron efectivos y que las alarmas nunca sonaron. Además, más de 50 personas en la zona alta de Penipe que no pudieron ser evacuadas y se quedaron atrapados en el lugar, por lo que aún se desconoce que sucedió con ellos.

Otra situación preocupante es la del posible desbordamiento del río Chambo que, según el alcalde de Penipe, podría romper su dique y complicar aún más el panorama después de la erupción del volcán.

EL VOLCAN ESTA EN CALMA

Por su parte el director del Instituto Geofísico, Hugo Yépez, indicó que a partir de las 03.00 hora local (10.00 hora española), el volcán ha entrado en un estado de calma que ha sido interpretado como un proceso de desgasificación en el cual ya no produce más material piroclástico. Sin embargo, advirtió Yépez, se trata de una calma temporal, ya que el volcán tiene mucho material magmático aún.

"Con respecto a la alerta, no hay para nada una claridad de lo que se está tratando, lo que yo sí puedo atenerme a decir es que no podemos hablar de alarmas sino de una situación de catástrofe en la zona", explicó el director del Instituto Geofísico.

A su juicio, "podría variar de manera parcial la posibilidad de impacto directo si entendemos que tenemos un cráter hacia el lado noroccidental". Sin embargo, puntualizó, "si entendemos que las columnas llegan a 10 kilómetros, entonces podemos decir que no tenemos seguridad en la zona del volcán".

Manifestó que estas erupciones son largas y han sido las más violentas y graves desde el 1999. Los flujos piroclásticos son grandes, la zonas aledañas se pueden decir que están en una categoría de catástrofe.