MADRID, 16 Ene. (Notimérica/EP) -
La Archidiócesis de San Pablo y Mineápolis (Minesota, EEUU) se ha acogido a la protección de bancarrota y los fondos disponibles serán distribuidos entre las víctimas y supervivientes de abusos sexuales dentro de la Iglesia.
"Esta es la manera más justa de resolver las demandas existentes por abuso sexual así como futuras reclamaciones", apunta la Archidiócesis en un comunicado publicado en su página web.
Concretamente, la diócesis se ha acogido al capítulo 11 de reorganización según el Código de Bancarrota de EE.UU., lo que le permite continuar ofreciendo sus servicios esenciales en el distrito. En todo caso, se precisa que no se incluyen parroquias y escuelas.
El arzobispo de San Pablo y Mineápolis, John Nienstedt, ha indicado en una carta que ha tomado esta decisión porque cree que es "la más justa y útil para las víctimas" que les han "demandado".
La decisión, según explica, ha sido alcanzada después de meses de oración, consideración y consultas con expertos en el campo de la bancarrota, las finanzas, el derecho canónico y civil así como con los abogados de los demandantes.
No obstante, aclara que "en ningún caso" esta acción eludirá sus responsabilidades con las víctimas y que tampoco es "un intento de silenciarlas o negarles la justicia en los tribunales". Al contrario, según explica Nienstedt, quieren "responder positivamente compensándoles por su sufrimiento".
"Hemos sido devastados por las revelaciones. Víctimas, supervivientes y sus seres queridos han compartido conmigo sus desgarradoras historias. He sentido su ira, su tristeza y su sentido de traición. Lamento profundamente su sufrimiento y espero hacer todo lo que pueda para su curación", afirma.
Esta semana, la Archidiócesis comunicó que se han abierto los archivos de siete sacerdotes previamente asignados a la Archidiócesis de los cuales, uno dejó el sacerdocio en 1990, otro ha fallecido, otro se ha retirado, a otro se le ha prohibido el ministerio y dos están apartados.