Actualizado 27/12/2011 16:32

Las autoridades sanitarias estadounidenses alertaron del peligro que entrañaban los implantes mamarios PIP


WASHINGTON, 27 Dic. (Reuters/EP) -

Las autoridades sanitarias estadounidenses advirtieron sobre los implantes mamarios PIP a principios del año 2000, al enviar una carta al fabricante de los mismos, Jean-Claude Mas, y al mandar a un inspector a la planta situada en la ciudad La Seyne Sur Mer, situada en el departamento francés de Var.

Así, la Agencia del Medicamento Estadounidense (FDA, por su siglas en inglés) ordenó una inspección a la planta francesa donde fabricaban los implantes PIP (Poly Implant Prothèse) en mayo de 2000, cuyos resultados nunca transcendieron.

Después, escribió una carta a Mas en la que afirmaba que los implantes estaban "adulterados" y ponía como ejemplo al menos 11 irregularidades en el proceso de fabricación. El texto, fechado el 22 de junio de 2000, aludía a más de 120 reclamaciones realizadas en varias partes del mundo.

SOLICITUD PREVIA A LA COMERCIALIZACIÓN

La empresa francesa comenzó a vender sus implantes a Estados Unidos en septiembre de 1996 aunque no tenía que aportar ningún tipo de prueba que certificase la seguridad de las prótesis mamarias.

Sin embargo, ya en el año 2000, en parte por las preocupaciones que empezaban a emanar ante posibles complicaciones, infecciones y rupturas, la FDA decidió que todas las compañías de implantes mamarios presentasen una solicitud previa a la comercialización.

FDA rechazó la solicitud de los implantes PIP, al aludir que, entre los requisitos médicos que se pedían, no se tomaban en cuenta a suficientes pacientes para una correcta evaluación de los riesgos.

De esta manera, una de las personas encargadas de controlar las solicitudes presentadas, el cirujano plástico Boyd Burkhardt, reconoció que información proporcionada por la compañía estaba incompleta.

Por su parte, la empresa francesa señaló que los implantes dejaron de ser vendidos en Estados Unidos en mayo de 2000.

INVESTIGACIONES

El abogado de Mas, Yves Hadad, ha afirmado que su cliente atraviesa un delicado momento de salud, aunque está preparado para responder ante los tribunales. De esta manera, Hadad ha negado que Mas estuviese escondido y ha insistido en que se encuentra en el departamento francés de Var.

"En estos momentos, tiene mala salud, puesto que ha sido sometido a una complicada cirugía que le impide salir a pasear", ha puntualizado Hadad, quien ha señalado que su cliente "esta preocupado por la repercusión que esta teniendo este tema".

Aunque hasta la fecha no ha habido ninguna imputación formal por este tema, algunas fuentes han sostenido que el tribunal de Marsella podría acusar a cuatro empleado por fraude.

Asimismo, las autoridades francesas están llevando a cabo una investigación por homicidio involuntario, tras la muerte de una mujer por cáncer de mama el año pasado y que tenía implantes PIP. No obstante, el Gobierno francés no ha presentado hasta la fecha ninguna prueba de que estas protesis incrementen el riesgo de padecer cáncer.

El Gobierno francés ha recomendado que aquellas mujeres que lleven estas prótesis mamarias acudan a sus cirujanos y se los retiren como medida de precaución. PIP fue fundada en 1991 y en 2010 cerró a raíz de que sus implantes fueran retirados del mercado. La compañía ha llegado a ser la tercera mayor empresa productora del sector, al vender alrededor de 300.000 implantes mamarios a más de 60 países, de los que más del 90 por ciento fueron a países latinoamericanos y europeos.