Actualizado 19/10/2006 19:13

España/México.- UVEG y Residencia de Estudiantes de Madrid rescatan la memoria de los colegios del exilio en México


VALENCIA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El edificio histórico de la Nau de la Universidad de Valencia inaugura hoy la exposición 'Los colegios del exilio en México', una coproducción de la institución académica y la Residencia de Estudiantes de Madrid que revisa la historia de las escuelas creadas en el exilio por maestros españoles y que aún hoy, medio siglo después, funcionan y son las únicas empresas fundadas fuera de España con fondos de la República que todavía se mantienen en activo.

La muestra, patrocinada por Caja Duero y Bancaixa, fue presentada hoy por el vicerrector de Cultura de la Universidad de Valencia, Rafael Gil; la directora de la Residencia de Estudiantes; Alicia Gómez; el comisario de la exposición; José Ignacio Cruz, profesor titular de Educación Comparada e Historia de la Educación en la Universidad de Valencia y Manuel Luis Escutia, autor de un gran barco de papel con los colores de la II República que se ha instalado en el Claustro de la Nau con motivo de la exhibición.

La selección, que se ha instalado en la Sala Thesaurus, aborda la historia de los colegios creados por maestros españoles en México y que siguieron el modelo educativo que se había desarrollado durante la II República, claramente influido por la Institución Libre de Enseñanza, explicaron los organizadores. Gracias a ellos los jóvenes exiliados recibieron una formación de gran calidad que les preparó eficazmente para desempeñar los relevantes puestos que muchos de ellos ocupan actualmente en todos los sectores de la sociedad mexicana.

Además, estos centros han sido, y aún continúan siendo, importantes focos de la cultura española, formadores de muchos jóvenes mexicanos en un entorno educativo repleto de referencias a la tradición y a la cultura española. Para dejar constancia de este fenómeno, en la exposición se puede contemplar material inédito, fotografías, cartillas de calificaciones, banderolas y pupitres, entre otras piezas.

El vicerrector de Cultura, Rafael Gil destacó la "importancia pedagógica" de una exposición, que "recupera la memoria" y "rinde tributo a alrededor de los 20.000 españoles, que encontraron refugio en México, que fue el segundo destino del exilio español". Por su parte, Alicia Gómez apuntó que la exposición muestra la edad de plata de la educación, según los historiadores, la que se produjo en el primer tercio del siglo pasado" con fondos documentales y gráficos inéditos.

NIÑOS EN EL EXILIO

El comisario José Ignacio Cruz recordó que entre el colectivo republicano que abandonó España tras la Guerra Civil, la presencia de niños en edad escolar fue muy numerosa. La respuesta más interesante al problema que se les planteó a los exiliados españoles para la escolarización de estos niños fue la creación de colegios por la propia colectividad republicana que, de ese modo, decidió asumir la educación de los exiliados más jóvenes.

Había tres tipos de centros, "los colegios creados en México Distrito Federal, los de provincias, que solían llevar el nombre de colegio Cervantes las escuelas freinetistas, por seguir el método educativo del pedagogo francés", explicó el especialista, que agregó que "mayoritariamente todas perviven porque implantaron un modelo educativo de calidad". Ha puesto el ejemplo del Distrito Federal, donde se creó un colegio con el nombre de Luis Vives, como el existente aquí, porque fue fundado por José Puche, antiguo rector de la Universidad de Valencia.

Por último, intervino Manuel Luis Escutia, autor de la instalación 'Retrato de familia', un barco realizado con papel de periódico que se ha instalado en el Claustro y que quiere sintetizar la llegada de sus padres a México desde el exilio, país al que llegaron por barco en 1939. Fueron profesores normalistas valencianos, de ahí el deseo de evocar el trayecto en barco y utilizar el papel como reminiscencia de los juguetes que todo niño ha hecho en su infancia. Esta instalación ya fue realizada en 1995 en Tijuana, México.

El creador apuntó que el "barco va cargado de lápices no de cañones porque los que se exiliaron fueron maestros". Los colores de la República de la embarcación simbolizan la época en que hubieron de huir. "Los maestros hubieron de adaptarse al lugar del exilio, aprender para enseñar la geografía del país de destino, sin olvidar la de origen, a diferencia de otros exiliados que rompieron o nunca se desvincularon de su país natal", concluyó.