Publicado 04/11/2021 14:33

Estados Unidos.- El arzobispo de Los Ángeles: "La Iglesia ha sido antirracista desde el principio"

El arzobispo de Los Ángeles ofrece un discurso con motivo de la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública.
El arzobispo de Los Ángeles ofrece un discurso con motivo de la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública. - CEU

Advierte de los nuevos "movimientos de justicia social" que quieren "sustituir la religión"

MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, José Horacio Gómez Velasco, ha advertido de los nuevos "movimientos de justicia social" que quieren "sustituir la verdadera religión" y, frente a ellos, ha defendido que "la Iglesia ha sido antirracista desde el principio" y que "el Evangelio sigue siendo la fuerza más poderosa de cambio social".

"No deberíamos dejarnos intimidar por estas nuevas religiones de justicia social y de identidad política. El Evangelio sigue siendo la fuerza más poderosa de cambio social que jamás haya existido en el mundo entero. Y la Iglesia ha sido antirracista desde el principio. Todos están incluidos dentro de su mensaje de salvación", ha subrayado Gómez este jueves durante su participación, de forma telemática, en la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública, que celebra su 23 edición del 12 al 14 de noviembre en la Universidad CEU San Pablo.

Con motivo de este Congreso, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y por la Fundación Universitaria San Pablo CEU, que tratará sobre la "corrección política" y las "libertades en peligro", el arzobispo de Los Ángeles ha disertado sobre el surgimiento de nuevas ideologías y los movimientos seculares.

En concreto, ha precisado que "tanto en España como en otras partes de Europa ya desde hace mucho tiempo se han estado dando patrones similares de secularización agresiva" y ha avisado del surgimiento de "cierto tipo de líderes elitistas que se interesan poco por la religión y no tienen verdaderos vínculos con las naciones en las que ellos viven o con las tradiciones o culturas locales".

Según ha indicado, "este grupo, que está a cargo de corporaciones, gobiernos, universidades y medios de comunicación, y que se encuentra también en los establecimientos culturales y profesionales", quiere establecer "una civilización global, basada sobre una economía de consumo y regida por la ciencia, la tecnología, los valores humanitarios y las ideas tecnocráticas acerca de la organización de la sociedad", en la que la religión es "un estorbo".

En este sentido, el arzobispo de Los Ángeles ha lamentado que "durante varios años en Europa y Estados Unidos se ha hecho un esfuerzo deliberado por borrar las raíces cristianas de la sociedad y por suprimir cualquier influencia cristiana que aún siga vigente".

"En la sociedad de ustedes y en la mía, el espacio que la Iglesia y los cristianos creyentes pueden ocupar se está reduciendo. Las instituciones eclesiásticas y las empresas cuyos propietarios son cristianos, son cada vez más desafiadas y hostigadas", ha constatado, añadiendo que lo mismo sucede con los cristianos que trabajan en la educación, la atención médica, el gobierno y otros sectores.

En este contexto, según ha alertado, han proliferado "los nuevos movimientos e ideologías sociales" que "fueron sembrados y preparados durante muchos años en universidades e instituciones culturales" pero que ahora, advierte, se han "desatado".

LA TRAGEDIA DE GEORGE FLOYD

El arzobispo estadounidense achaca esta situación al miedo y el aislamiento social provocado por la pandemia y también al asesinato del afroamericano George Floyd por un policía anglosajón junto con las protestas que vinieron a continuación.

"El nombre de George Floyd se conoce ahora en todo el mundo. Pero eso se debe a que, para muchas personas de mi país e inclusive para mí mismo, su tragedia se convirtió en un claro recordatorio de que la desigualdad racial y económica está todavía profundamente arraigada dentro de nuestra sociedad", ha subrayado.

Por ello, considera que es bueno tener presente esta realidad de la existencia de esta desigualdad "porque estos nuevos movimientos son parte de un discurso más amplio, de un debate que es absolutamente esencial sobre la manera de edificar una sociedad estadounidense que amplíe las oportunidades para todos, sin importar el color de su piel ni su procedencia o situación económica".

Teniendo en cuenta este contexto, José Horacio Gómez ha señalado que la mejor manera de que la Iglesia entienda lo que son los nuevos movimientos de justicia social, como la "cultura woke" es "considerarlos como pseudo religiones, e incluso como reemplazos y rivales de las creencias cristianas tradicionales".

"Con el colapso de la cosmovisión judeocristiana y el surgimiento del secularismo, los sistemas de creencias políticas basados en la justicia social y en la identidad personal han llegado a llenar el espacio que alguna vez ocuparon las creencias y prácticas cristianas", ha puntualizado.

Frente a la "narrativa antagonista de salvación" que proviene de estas "teorías e ideologías profundamente ateas" que "reducen lo que significa ser humano a cualidades esencialmente físicas como el color de la piel, el sexo, las nociones de género, origen étnico y posición en la sociedad", el arzobispo de Los Ángeles invita a la Iglesia a "proclamar a Jesucristo audazmente, con creatividad".

En este sentido, aunque ha afirmado que en la Iglesia "no siempre" han estado "a la altura" o "cumplido plenamente" su misión, el prelado ha insistido en que "el mundo no necesita una nueva religión secular para reemplazar al cristianismo".

"Más bien, necesita que ustedes y yo seamos mejores testigos, mejores cristianos. Empecemos por perdonar, por amar, por sacrificarnos por los demás, desechando los venenos espirituales como son el resentimiento y la envidia", ha propuesto, al tiempo que se ha mostrado convencido de que en la próxima década se verá "un despertar espiritual".