Publicado 07/06/2023 17:23

Estados Unidos.- Descubren un "mundo perdido" de los primeros antepasados en rocas de mil millones de años de antigüedad

MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional de investigadores Australia, Francia, Alemania y Estados Unidos han descubierto un "mundo perdido" de antiguos organismos que vivieron en los cursos de agua de la Tierra hace al menos 1.600 millones de años, que podría cambiar nuestra comprensión de nuestros primeros antepasados, según publican en la revista 'Nature'.

Conocidas como "biota de protosterol", estas criaturas microscópicas forman parte de una familia de organismos llamados eucariotas. Los eucariotas tienen una compleja estructura celular que incluye mitocondrias, conocidas como la "central eléctrica" de la célula, y un núcleo que actúa como "centro de control e información".

Las formas modernas de eucariotas que habitan la Tierra hoy en día incluyen hongos, plantas, animales y organismos unicelulares como las amebas. Los seres humanos y todas las demás criaturas nucleadas pueden remontar su linaje ancestral hasta el Último Ancestro Común Eucariota (LECA, por sus siglas en inglés). El LECA vivió hace más de 1.200 millones de años.

El descubrimiento de la Biota de Protosterol fue realizado por investigadores de la Universidad Nacional Australiana (ANU) y, según los investigadores, estos organismos podrían haber sido los primeros depredadores de la Tierra.

Estas antiguas criaturas abundaban en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente moldearon los ecosistemas durante gran parte de la historia de la Tierra. Los investigadores afirman que la Biota de Protosterol vivió al menos mil millones de años antes de la aparición de cualquier animal o planta.

"Los restos moleculares de la Biota de Protosterol detectados en rocas de 1.600 millones de años parecen ser los restos más antiguos de nuestro propio linaje: vivieron incluso antes de LECA. Estas antiguas criaturas abundaban en los ecosistemas marinos de todo el mundo y probablemente configuraron los ecosistemas durante gran parte de la historia de la Tierra", señala el doctor Benjamin Nettersheim, que completó su doctorado en la ANU y actualmente trabaja en la Universidad de Bremen (Alemania).

"Las formas modernas de eucariotas son tan poderosas y dominantes hoy en día que los investigadores pensaron que deberían haber conquistado los antiguos océanos de la Tierra hace más de mil millones de años --prosigue--. Los científicos llevan mucho tiempo buscando pruebas fósiles de estos primeros eucariotas, pero sus restos físicos son extremadamente escasos. Los antiguos océanos de la Tierra parecían más bien un caldo bacteriano.

Según apunta, "uno de los mayores enigmas de la evolución primitiva que los científicos han intentado resolver es: ¿por qué nuestros antepasados eucariotas altamente capaces no llegaron a dominar los antiguos cursos de agua del mundo? ¿Dónde se escondían? --se pregunta--. Nuestro estudio da la vuelta a esta teoría. Demostramos que la biota de protosterol se escondía a plena vista y que, de hecho, siempre fue abundante en los antiguos océanos y lagos del mundo. Los científicos no sabían cómo encontrarlos, hasta ahora", resalta.

El profesor Jochen Brocks, de la ANU, que hizo el descubrimiento con el doctor Nettersheim, señala que la Biota de Protosterol eran ciertamente más complejos que las bacterias y presumiblemente más grandes, aunque se desconoce cómo eran.

"Creemos que pueden haber sido los primeros depredadores de la Tierra, cazando y devorando bacterias", apunta el profesor Brocks, quien añade que estas criaturas prosperaron desde hace unos 1.600 millones de años hasta hace unos 800 millones de años.

El final de este periodo en la línea evolutiva de la Tierra se conoce como la "Transformación Toniana", cuando empezaron a florecer organismos nucleados más avanzados, como los hongos y las algas. Pero se desconoce exactamente cuándo se extinguió la biota de los protosteroles.

"La Transformación Toniana es uno de los puntos de inflexión ecológicos más profundos de la historia de nuestro planeta --subraya el profesor Brocks--. Igual que los dinosaurios tuvieron que extinguirse para que nuestros antepasados mamíferos pudieran hacerse grandes y abundantes, quizá la Biota de Protosterol tuvo que desaparecer mil millones de años antes para dejar espacio a los eucariotas modernos".

Para hacer el descubrimiento, los investigadores estudiaron moléculas de grasa fósiles encontradas en el interior de una roca de 1.600 millones de años de antigüedad que se había formado en el fondo del océano, cerca de lo que hoy es el Territorio del Norte de Australia. Las moléculas poseían una estructura química primigenia que apuntaba a la existencia de primeras criaturas complejas que evolucionaron antes de la LECA y se habían extinguido desde entonces.

"Sin estas moléculas, nunca habríamos sabido que existía la biota de protosterol. Los océanos primitivos parecían en gran medida un mundo bacteriano, pero nuestro nuevo descubrimiento demuestra que probablemente no fue así", afirma el doctor Nettersheim.

El profesor Brocks señala que "los científicos habían pasado por alto estas moléculas durante cuatro décadas porque no se ajustan a las imágenes típicas de búsqueda molecular. Pero una vez que supimos lo que buscábamos, descubrimos que docenas de otras rocas, extraídas de cursos de agua de mil millones de años de antigüedad de todo el mundo, también rezumaban moléculas fósiles similares".