Publicado 09/01/2024 20:16

Estados Unidos.- El origen de una ráfaga de radio rápida lleva a identificar un conjunto de siete galaxias

MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

Astrónomos dirigidos por la Universidad Northwestern (Estados Unidos) han identificado el lugar de nacimiento de una ráfaga de radio rápida (FRB) más potente jamás observada, que fue detectada el pasado verano de 2022. Utilizando imágenes del Telescopio Espacial Hubble de la NASA, los investigadores rastrearon el FRB hasta un grupo de al menos siete galaxias.

Las galaxias de la colección parecen estar interactuando entre sí, tal vez incluso en el camino hacia una posible fusión. Estos grupos de galaxias son raros y posiblemente condujeron a las condiciones que desencadenaron la FRB.

Los FRB, que brillan y desaparecen en milisegundos, son breves y potentes explosiones de radio que generan más energía en una rápida ráfaga que la que emite nuestro sol en todo un año.

Y el FRB que batió récords (denominado FRB 20220610A) fue incluso más extremo que sus predecesores. No sólo era cuatro veces más energético que los FRB más cercanos, sino que también se registró como el FRB más distante descubierto hasta ahora. Cuando se originó FRB 20220610A, el universo tenía sólo 5.000 millones de años, mientras que actualmente el universo tiene 13.800 millones de años.

En las primeras observaciones, la explosión parecía haberse originado cerca de una masa amorfa no identificable, que los astrónomos inicialmente pensaron que era una galaxia única e irregular o un grupo de tres galaxias distantes. Pero, en un nuevo giro, las nítidas imágenes del Hubble ahora sugieren que la mancha podría tener al menos siete galaxias increíblemente cercanas entre sí. De hecho, las galaxias están tan cerca unas de otras que todas podrían caber dentro de nuestra Vía Láctea.

El hallazgo inesperado podría desafiar los modelos científicos sobre cómo se producen los FRB y qué los produce. "Sin las imágenes del Hubble, seguiría siendo un misterio si este FRB se originó en una galaxia monolítica o en algún tipo de sistema interactivo", explica Alexa Gordon de la Universidad de Northwestern, quien dirigió el estudio, que añade que "son este tipo de entornos, estos extraños, los que nos impulsan hacia una mejor comprensión del misterio de los FRB".

Para continuar investigando los FRB y sus orígenes, los astrónomos necesitan detectar y estudiar más. Y como la tecnología se vuelve cada vez más sensible, Gordon augura que están a la vuelta de la esquina más detecciones (que potencialmente incluso capturan FRB increíblemente débiles).