MADRID 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
En un foro político, R. Scott Kemp y su equipo de Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos, sostienen que la promoción de nuevas tecnologías de reactores nucleares que utilizan uranio de alto ensayo y bajo enriquecimiento (HALEU) amenaza el sistema internacional de controles que ha impedido la proliferación de armas nucleares durante más de 30 años.
"Los gobiernos y otros que promueven el uso de HALEU no han considerado cuidadosamente los riesgos potenciales de proliferación y terrorismo que crea la adopción generalizada de este combustible", escriben Kemp y su equipo.
Los autores advierten que si HALEU se convierte en un combustible estándar para reactores sin regulaciones estrictas, las naciones podrían obtener y procesar HALEU utilizable para armas, impulsando la proliferación nuclear con poca disuasión.
Los combustibles para reactores comerciales suelen tener entre un 3 y un 5% de 235 U, lo que es insuficiente para reacciones explosivas en cadena, lo que impide la utilización de armas. Si bien los enriquecimientos superiores al 6% pueden sustentar rápidas reacciones en cadena, la masa requerida para un arma no es práctica sin capacidades avanzadas de enriquecimiento, lo que lo limita a unos pocos países.
HALEU, que contiene entre un 10 y un 20% de 235 U, es necesario para muchos reactores modernos, incluidos los diseños de microtamaño, que utilizan un 19,75% de HALEU para evitar las restricciones de seguridad del uranio altamente enriquecido (HEU). Sin embargo, los altos niveles de enriquecimiento de HALEU plantean importantes riesgos de seguridad, ya que un solo reactor alimentado con HALEU podría contener suficiente material para un arma nuclear.
Kemp y sus colegas destacan que Estados Unidos y otros países están subsidiando el desarrollo del reactor HALEU y la producción de combustible sin considerar adecuadamente los riesgos. Instan a los legisladores estadounidenses a encargar una nueva revisión de los riesgos de proliferación y seguridad de HALEU a través de la Administración de Seguridad Nuclear del Departamento de Energía, enfatizando la necesidad de un límite de enriquecimiento nuevo y más bajo para el uranio utilizable para armas.
"Un resultado clave de este estudio debería ser establecer un límite de enriquecimiento nuevo, técnicamente justificado y más bajo para el uranio utilizable en armas", escriben los autores. "Una política HALEU sin restricciones no deja margen de seguridad".