Actualizado 25/11/2018 09:31

El "estigma" de sobrevivir a la violencia machista

A demonstrator takes part in a march on International Women's Day in Sao Paulo,
NACHO DOCE / REUTERS - Archivo

   Una de cada tres mujeres sufre en algún momento de su vida violencia física o sexual La violencia contra las mujeres cuesta cada año 1,5 billones de dólares, un 2 por ciento del PIB mundial

   MADRID, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

   Sobrevivir a la violencia machista es solo el principio del viaje. Por este motivo, la ONU quiere aprovechar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre) para llamar a combatir el "estigma" que va asociado a las víctimas y que no suele acompañar en la misma medida al agresor, como queda de manifiesto en distintos casos y circunstancias.

   Un tercio de las mujeres sufre alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de su vida, si bien no todas ellas pueden romper la barrera del silencio y, cuando lo hacen, no siempre tienen al otro lado a alguien que las escuche, las comprenda y no las juzgue por situaciones de las que ellas no tienen ninguna culpa.

   "El miedo a represalias, los efectos de que los demás no les crean y el estigma que soporta la superviviente --pero no el agresor-- han silenciado las voces de millones de supervivientes de la violencia y han desvirtuado la dimensión real del horror continuo que sufren las mujeres", ha advertido la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.

   La responsable de dicha agencia, que ha centrado su mensaje de este año en amplificar las voces de las mujeres, ha celebrado que los últimos movimientos sociales hayan transformado el "aislamiento" en "sororidad". "Gracias a esta acción, se exigen responsabilidades a los agresores y se expone la prevalencia de la violencia ejercida en un espectro que incluye desde la alta dirección hasta la planta de producción", ha explicado Mlambo-Ngcuka.

   La directora de ONU Mujeres también ha suscrito un comunicado conjunto con la directora ejecutiva del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner, y la directora ejecutiva del Fondo de la Población (UNFPA), Natalia Kanem, para apelar a la "solidaridad" con las supervivientes.

   Así, aunque han admitido que el año pasado fue "extraordinario" en términos de concienciación mundial, con campañas virales y manifestaciones masivas como la del #MeToo o #YoTambién, han recordado que es necesario "intensificar los esfuerzos y encontrar soluciones y medidas para frenar esta lacra prevenible". Alcanzar resultados, han señalado, "es el mejor tributo a las supervivientes".

   Para ello, han recordado que combatir la violencia contra las mujeres no es sólo una obligación moral, sino también el enfoque más rentable en términos económicos. Así, han apuntado que hay estudios que cifran el coste de la violencia en 1,5 billones de dólares, equivalente al 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.

CUANDO LA PAREJA ES EL ENEMIGO

La violencia más extrema deriva en feminicidio, un asesinato en el que la víctima pierde la vida por su condición de mujer. Un grupo de relatores de Naciones Unidas especializados en Derechos Humanos ha denunciado esta semana que se trata de una "pandemia" global y han llamado a tomar medidas a nivel legislativo y social.

   La ONU estima que, en el 80 por ciento de los asesinatos perpetrados por parejas o exparejas, la víctima es una mujer, mientras que se calcula que el 38 por ciento de los asesinatos de mujeres son obra de compañeros sentimentales de la víctima.

   El movimiento #NiUnaMenos pretende poner el foco en esta variable, sobre la que no existen datos en todas las partes del mundo. Las estadísticas sí sitúan a América Latina y el Caribe como una de las regiones más peligrosas, como lo evidencia un reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que cifra en unas 2.800 las víctimas solo en esta zona.

   El secretario general de la ONU, António Guterres, ha subrayado que "la violencia contra las mujeres y las niñas en todas sus formas es la manifestación de una profunda falta de respeto, la incapacidad de los hombres para reconocer la inherente igualdad y dignidad de las mujeres".