Publicado 25/10/2019 12:55

Europa.- Los migrantes del 'Ocean Viking' muestran "señales evidentes" de los abusos en Libia

Migrante rescatado por el 'Ocean Viking'
Migrante rescatado por el 'Ocean Viking' - TWITTER/@MSF_SEA

Un superviviente cuenta que le arrancaron dos dientes para enviarlos a la familia y pedir un rescate

Otro presentaba marcas de quemaduras en el pecho: "Se las habían hecho para marcar su piel cuando lo vendieron"

MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los migrantes y refugiados rescatados en el Mediterráneo por el 'Ocean Viking', el barco gestionado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée, arrastran "señales evidentes" de los abusos sufridos durante su paso o estancia en Libia, tanto a nivel físico como psicológico.

El 'Ocean Viking' lleva a bordo a 104 personas, entre ellas 40 menores de edad y dos mujeres embarazadas, y ha solicitado atracar en Italia o Malta para proceder al desembarco. Las ONG entienden que no es posible devolver a estas personas a Libia, toda vez que no es un país seguro.

Uno de los médicos a bordo, Juan Pablo Sánchez, de MSF, ha podido escuchar de viva voz "algunas historias terribles" que dan cuenta de episodios de sufrimiento, abusos, torturas y violencia en Libia. Sin hacer "un examen en profundidad", se pueden reconocer "claramente" los "rastros de violencia física en sus cuerpos", como un hombre con heridas en manos, brazos, hombros y cabeza después de intentar protegerse de los machetazos que le propinaba un jefe abusivo.

"Uno de ellos me contó que en el lugar en el que los encerraban mataron a su amigo que estaba literalmente a su lado. Fue un momento aterrador", ha explicado. Un segundo paciente le contó que los traficantes le habían arrancado dos dientes para mandárselos a su familia y pedir un rescate, mientras que otro confirma que un amigo suyo le ocurrió lo mismo.

Entre los rescatados también está el caso de un hombre al que dispararon en el pecho "pero que, como era un inmigrante, no se le permitió ir al hospital". "Uno de sus amigos tuvo que extraerle la bala con un cuchillo", ha asegurado Sánchez en un comunicado.

"Recuerdo el caso de un paciente que tenía marcas de quemaduras en el pecho y que me contó que se las habían hecho para marcar su piel cuando lo vendieron. Mucha gente me dice lo mismo: que han sido tratados como unos don nadie sin Derechos Humanos", ha lamentado.

HERIDAS PSICOLÓGICAS

El psicólogo Dario Terenzi ayudó a los supervivientes de un naufragio ocurrido frente a Lampedusa el 7 de octubre durante la fase de reconocimiento de los cadáveres, que duró unas tres horas y "fue un momento de dolor y angustia" para todos ellos.

"Todos estaban tensos y algunos temblaban ante el pavor de ver los cuerpos de quienes fueron compañeros de viaje. Podía sentir sus temores momentos antes de que vieran las fotos que mostraban lo que quedaba de su familia o amigos", ha afirmado Terenzi.

Los cuerpos, además, estaban muy deteriorados, ya que el agua había hecho estragos y algunos rasgos estaban incluso distorsionados. "Una niña nos preguntó por qué algunos se habían vuelto blancos", ha señalado el psicólogo al recordar esos momentos.

Una sudadera bastó a una niña marfileña para reconocer a una compañera de viaje fallecida. Terenzi ha explicado que esta chica "se derrumbó" instantes después de confirmar la identificación del cadáver, tras lo cual fue asistida y acompañada a la habitación: "Antes de partir, nos saludó tímidamente y, esbozando una sonrisa, rezó para que Dios nos bendijera".

La labor de los psicólogos en este tipo de situaciones pasa por aceptar los sentimientos de los pacientes y ayudarles a "tolerarlos y comprenderlos mejor", primer paso de una recuperación que llevará "mucho esfuerzo", según Terenzi. Así, la "tranquilidad" no implica necesariamente "serenidad" e "incluso hoy muchos tienen pesadillas, dificultad para conciliar el sueño, miedo a quedarse a solas".

"Cuentan que se sienten abrumados por imágenes y pensamientos intrusivos y constantemente revisan y reviven las imágenes del naufragio. Prevalece y resulta palpable una fuerte sensación de inquietud, sufrimiento extremo y frustración. De hecho, muchos continúan preguntándose por qué todavía están vivos", ha aseverado.