Publicado 06/11/2025 08:21

La expansión del universo ahora se está ralentizando, no acelerando

Archivo - Dos métodos para determinar la tasa cósmica de expansión del universo han alcanzado resultados precisos pero mutuamente inconsistentes. Los astrónomos esperaban que un tercer método que utiliza ondas gravitacionales fuera más preciso, pero hay p
Archivo - Dos métodos para determinar la tasa cósmica de expansión del universo han alcanzado resultados precisos pero mutuamente inconsistentes. Los astrónomos esperaban que un tercer método que utiliza ondas gravitacionales fuera más preciso, pero hay p - ESO/ MARIO NONINO, PIERO ROSATI AND THE ESO GOODS

MADRID 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio la de la Universidad Yonsei en Corea del Sur sugiere que la expansión del universo podría haber comenzado a ralentizarse en lugar de acelerarse a un ritmo cada vez mayor como se pensaba anteriormente.

Los hallazgos "notables" publicados en 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society' ponen en duda la teoría de larga data de que una fuerza misteriosa conocida como "energía oscura" está alejando a las galaxias distantes cada vez más rápido. En cambio, no muestran ninguna evidencia de un universo en aceleración.

Si se confirman los resultados, podría abrirse un capítulo completamente nuevo en la búsqueda de los científicos por descubrir la verdadera naturaleza de la energía oscura, resolver la "tensión de Hubble" y comprender el pasado y el futuro del universo.

El investigador principal, el profesor Young-Wook Lee, de la Universidad Yonsei en Corea del Sur, declara: "Nuestro estudio muestra que el universo ya ha entrado en una fase de expansión desacelerada en la época actual y que la energía oscura evoluciona con el tiempo mucho más rápidamente de lo que se pensaba anteriormente. Si se confirman estos resultados, supondría un importante cambio de paradigma en la cosmología desde el descubrimiento de la energía oscura hace 27 años".

Durante las últimas tres décadas, los astrónomos han creído ampliamente que el universo se está expandiendo a un ritmo cada vez mayor, impulsado por un fenómeno invisible llamado energía oscura que actúa como una especie de antigravedad. Esta conclusión, basada en mediciones de distancia a galaxias lejanas utilizando supernovas de tipo Ia, le valió el Premio Nobel de Física de 2011.

Sin embargo, un equipo de astrónomos de la Universidad de Yonsei ha presentado nuevas pruebas de que las supernovas de tipo Ia, consideradas durante mucho tiempo como las "candelas estándar" del universo, se ven en realidad fuertemente afectadas por la edad de sus estrellas progenitoras.

Incluso después de la estandarización de la luminosidad, las supernovas de poblaciones estelares más jóvenes aparecen sistemáticamente más débiles, mientras que las de poblaciones más antiguas aparecen más brillantes.

Basándose en una muestra mucho mayor de galaxias anfitrionas de 300 galaxias, el nuevo estudio confirmó este efecto con una significancia extremadamente alta (99,999% de confianza), lo que sugiere que el oscurecimiento de las supernovas distantes surge no solo de efectos cosmológicos sino también de efectos astrofísicos estelares.

Cuando se corrigió este sesgo sistemático, los datos de las supernovas ya no coincidían con el modelo cosmológico ?CDM estándar con una constante cosmológica, dijeron los investigadores.

En cambio, se alineó mucho mejor con un nuevo modelo favorecido por el proyecto Dark Energy Spectroscopic Instrument (DESI) , derivado de las oscilaciones acústicas bariónicas (BAO) -efectivamente el sonido del Big Bang- y los datos del fondo cósmico de microondas (CMB). Los datos corregidos de supernovas y los resultados obtenidos únicamente con BAO+CMB indican que la energía oscura se debilita y evoluciona significativamente con el tiempo.

Más importante aún, cuando los datos corregidos de supernovas se combinaron con los resultados de BAO y CMB, el modelo ?CDM estándar quedó descartado con una significancia abrumadora, dijeron los investigadores.

Lo más sorprendente de todo es que este análisis combinado indica que el universo no se está acelerando hoy como se pensaba anteriormente, sino que ya ha entrado en un estado de expansión desacelerada.

El profesor Lee añade: "En el proyecto DESI, los resultados clave se obtuvieron combinando datos de supernovas sin corregir con mediciones de oscilaciones acústicas bariónicas, lo que llevó a la conclusión de que, si bien el universo se desacelerará en el futuro, todavía se está acelerando en la actualidad. Por el contrario, nuestro análisis -que aplica la corrección del sesgo de edad- muestra que el universo ya ha entrado en una fase de desaceleración. Sorprendentemente, esto coincide con lo que predicen de forma independiente los análisis de BAO únicamente o de BAO+CMB, aunque este hecho ha recibido poca atención hasta ahora".

Para confirmar aún más sus resultados, el equipo de Yonsei está llevando a cabo una "prueba sin evolución", que utiliza únicamente supernovas de galaxias anfitrionas jóvenes y coetáneas en todo el rango de corrimiento al rojo. Los primeros resultados ya respaldan su conclusión principal.

"En los próximos cinco años, con el descubrimiento por parte del Observatorio Vera C. Rubin de más de 20.000 nuevas galaxias anfitrionas de supernovas, las mediciones precisas de la edad permitirán una prueba mucho más sólida y definitiva de la cosmología de las supernovas", apunta el profesor investigador Chul Chung, codirector del estudio junto con el candidato a doctorado Junhyuk Son.

El Observatorio Vera C. Rubin, situado en una montaña de los Andes chilenos, alberga la cámara digital más potente del mundo. Inició sus operaciones científicas este año y podría responder preguntas cruciales sobre nuestro sistema solar y el universo en general.

Tras el Big Bang y la rápida expansión del universo hace unos 13.800 millones de años, la gravedad la frenó. Pero en 1998 se descubrió que, nueve mil millones de años después del inicio del universo, su expansión había comenzado a acelerarse de nuevo, impulsada por una fuerza misteriosa.

Los astrónomos la denominaron energía oscura, pero a pesar de que constituye aproximadamente el 70 por ciento del universo, todavía se la considera uno de los mayores misterios de la ciencia.

El año pasado, datos del DESI en Tucson, Arizona, sugirieron que la fuerza ejercida por la energía oscura había cambiado con el tiempo, evidencia que ha ido en aumento desde entonces. Se espera que, con estas nuevas herramientas a su disposición, los astrónomos estén mejor equipados para encontrar pistas sobre qué es exactamente la energía oscura y cómo influye en el universo.

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