Actualizado 19/12/2015 13:10

Familiares de los 5 jóvenes asesinados por la Policía esperan una condena "pedagógica"

RÍO DE JANEIRO, 19 Dic. (Notimérica) -

   La Defensoría Pública de Río de Janeiro ha presentado esta semana a los representes del Gobierno del Estado una propuesta de acuerdo extrajudicial para la reparación de las daños morales sufridos por las familias de los cinco jóvenes que murieron asesinados a tiros por la Policía Militar.

   El valor de la indemnización se mantiene en secreto por cuestiones legales, pero es "alto y es proporcional a la masacre que fue practicada", según ha explicado a Notimérica el coordinador del Núcleo de Defensa de los Derechos Humanos de la Defensoría, Fabio Amado.

   El pasado 28 de noviembre cinco jóvenes de entre 16 y 25 años fueron asesinados por la Policía Militar en Costa Barros, en el suburbio norte de Río de Janeiro, cuando volvían a casa después de pasar juntos el domingo en un parque.

   El coche en el que viajaban recibió un total de 111 disparos y los cinco murieron en el acto. El caso provocó una enorme conmoción, por lo que ahora las familias esperan que los cuatro agentes implicados paguen y que las muertes no queden impunes.

   "Las familias quieren un castigo justo, y que tenga un carácter pedagógico, que no se cometan más masacres así", explica Amado, que asesora a las familias desde el principio y que teniendo en cuenta las peculiaridades del caso y la repercusión que ha tenido en la opinión pública espera una condena firme.

   Por el momento tres de los cuatro agentes que efectuaron los disparos están acusados de homicidio doloso --cuando hay intención de matar-- y podrían enfrentarse a penas de hasta 12 años de cárcel. Asimismo, los cuatro están también acusados de fraude procesal, pues hay indicios de que intentaron manipular la escena del crimen para inculpar a las víctimas.

   Para Amado es importante que cuando llegue el juicio se les condene individualmente por cada asesinato cometido, ya que cree que la defensa de los policías intentará presentar la matanza como un único crimen para así lograr una pena menor.

   Por ahora los peritos judiciales siguen con sus investigaciones y es posible que próximamente incluso haya una reconstrucción de los hechos, dadas las contradicciones entre las versiones de los policías y las de los testigos.

   En un primer momento los agentes explicaron a la Policía Civil que los disparos podrían haber sido realizados por delincuentes porque hubo un intercambio de disparos en la zona, algo que ya se ha demostrado como falso.

   Los testigos que presenciaron la matanza han contado que vieron cómo los jóvenes pararon el vehículo y levantaron las manos en alto, e incluso que conversaron con los policías, especialmente el conductor del coche, que habría intentado calmarlos con algún argumento.

   No sirvió de nada y los policías les mataron en el acto. Después, uno de los agentes se puso un guante de plástico desechable, cogió un arma y se la puso en la mano de uno de los jóvenes. Según el testigo, los policías no dejaron de sonreír e incluso hicieron bromas mientras en todo momento.