Actualizado 15/12/2015 18:48

El FBI captura a 4 hombres que intentaban comprar esclavas sexuales

   PHOENIX (ESTADOS UNIDOS), 15 Dic. (Notimérica) -

   Durante una investigación internacional del FBI sobre la trata de personas se ha descubierto que varios hombres estadounidenses estaban haciendo consultas en Internet sobre la compra de mujeres asiáticas secuestradas para ser vendidas como esclavas sexuales.

   La investigación comenzó en 2012 cuando los agentes fueron alertados de un anuncio en Malasia en una página web, que ya ha sido cerrada, que buscaba vender mujeres asiáticas, según anuncia el servicio de inteligencia.

   La publicidad en la web resultó ser una estafa, sin embargo, lo que alertó al FBI fue la respuesta "alarmante" de cerca de 200 potenciales clientes estadounidenses durante un dos meses que se interesaron por el anuncio.

   "Este caso ha abierto los ojos sobre una realidad mucho más oscura de lo que pensábamos en cuanto a la trata de personas" dijo el agente especial Ryan Blay, que trabajó en la investigación desde la División de Phoenix del FBI.

   El anuncio fraudulento fue retirado de la página web, el FBI remitió el asunto a las autoridades de Malasia y un equipo de investigación diseñó una operación encubierta dirigida a los potenciales clientes de Estados Unidos.

   "La idea era identificar a estos individuos y detenerlos antes de que realmente pudieran victimizar a alguien" explicó el agente Blay. De esta forma, el FBI creó una plataforma encubierta anunciando a mujeres secuestradas para su venta como esclavas sexuales.

   Más de 100 personas respondieron al anuncio, y aunque la mayoría se retiraron rápidamente, cuatro de ellos estaban realmente interesado en pagar miles de dólares por una esclava sexual. "Todos ellos dijeron que esto era algo que habían querido hacer desde hace mucho tiempo", dijo Blay.

   Sin embargo, "las únicas personas que nos interesaban eran aquellas que querían seriamente comprar mujeres esclavas", dijo el agente.

   Los cuatro individuos, dos de Arizona, uno de Montana, y otro de California, tenían entre 50 y 60 años. Uno de ellos estaba dispuesto a pagar 10.000 dólares por dos mujeres y le confesó al agente encubierto que tenía una mazmorra totalmente funcional en el sótano de su casa para retener allí a las mujeres.

   "Todos los sujetos habían fabricado habitaciones equipadas en sus hogares para encerrar a las chicas. Había rejas en las ventanas, cristales tintados, e incluso sistemas de aislamiento para que nadie pudiera ver u oír desde el exterior. Uno de ellos tenía cadenas atornilladas en las tablas del suelo de la habitación" explicó Blay.

   Los cuatro hombres fueron imputados por tráfico de personas entre diciembre de 2013 y mayo de 2014. Todos ellos se declararon culpables, y en septiembre de 2015, un juez federal de Arizona los condenó a penas de prisión de siete a nueve años.