Actualizado 28/11/2018 12:30

El fenómeno meteorológico El Niño podría volver a producirse en 2019, aunque de manera más moderada

Sequía
PIXABAY - Archivo

   MADRID, 28 Nov. (Notimérica) -

   La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha estado analizando desde mayo la probabilidad de que este año vuelva a producirse el fenómeno meteorológico conocido como El Niño y, según el informe actual, existe entre un 75 y un 80 por ciento de posibilidades de que se genere en los próximos tres meses.

   Por otro lado, la Oficina Australiana de Meterología (OAM) estima que el fenómeno atmosférico comenzará en diciembre mientras que meteorólogos estadounidenses consideran que hay un 90% de posibilidades de que el evento comience en enero de 2019.

   Las previsiones de la OMM llevan a estimar, también, que los efectos en esta ocasión no serán tan intensos y lo califican como débil. "No se espera que El Niño sea tan poderoso como en 2015-2016, cuando estuvo vinculado a sequías, inundaciones y pérdida de arrecifes de coral en diferentes partes del mundo", aseguró Maxx Dilley, director de la rama de Predicción y Adaptación al Clima de la OMM.

   Tal y como define la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), "El Niño es un fenómeno natural caracterizado por el calentamiento anormal de la temperatura superficial del mar en el océano Pacífico ecuatorial central y oriental. Se produce en ciclos de entre dos y siete años y puede durar hasta 18 meses. Durante los episodios de El Niño, los patrones normales de precipitaciones y de circulación atmosférica tropical se ven perturbados, desencadenando eventos climáticos extremos en todo el planeta".

ESTADO DEL PACÍFICO

   La OMM ha deducido que las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico este-central tropical han estado desde octubre en niveles débiles para que pueda producirse El Niño, sin embargo, la atmósfera aún no ha respondido al calor adicional producido por los mares ascendentes.

   La organización establece que sus predicciones para el acontecimiento atmosférico oscilan entre una condición cálida-neutral hasta un evento de fuerza moderada con temperaturas de la superficie del mar de hasta un máximo de 0,8 a 1,2ºC por encima de la media.

   En cuanto a seguridad alimentaria, la FAO establece que son catorce países de África, el Pacífico Sur, Asia y América Central los que figuran como objetivo de forma específica debido a su mayor riesgo de fenómenos meteorológicos extremos y el consiguiente efecto negativo en las personas vulnerables. Por ello, la organización está apoyando a los países del Corredor Seco (franja territorial que abarca desde México hasta Panamá) en Centroamérica para aumentar la resiliencia de los hogares, comunidades e instituciones para prevenir y hacer frente a los riesgos por desastres que afecten a la agricultura y a la seguridad alimentaria y nutricional.

   Entre 2015 y 2016 El Niño registró uno de los episodios más fuertes hasta la fecha de hoy e impactó en las temperaturas globales provocando que en 2016 se registrase el récord del año más cálido. Además, las altas temperaturas provocaron sequías en África desencadenando que la producción de alimentos cayese en picado en muchos países del continente. En Iberoamérica se originaron fuertes inundaciones en países como Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.