MADRID, 29 Abr. (Notimérica) -
Este miércoles se ha producido en Indonesia el trágico fin de ocho condenados por tráfico de drogas, que han sido ejecutados por un escuadrón de fusilamiento. Entre ellos estaba el brasileño Rodrigo Gularte.
Gularte, junto a un indonesio, cuatro nigerianos y dos australianos salieron de sus celdas y caminaron cantando cantos religiosos, entre ellos, la famosa canción de góspel 'Amazing Grace'.
La ejecución tuvo lugar en la prisión de la isla de Nusakambangan, donde los ocho hombres fusilados decidieron no bajar la cabeza y cantar hasta el momento en que el pelotón, formado por 12 hombres, comenzó a disparar, tal como publica el portal brasileño 'G1' de TV Globo.
Según informa la radio australiana '3AW' sobre las declaraciones de Rob Buckingham, marido de la pastora Christie Buckingham, quien acompañó al grupo hasta el último momento, los condenados se comportaron "con fuerza y dignidad hasta el fin".
Otra pastora, Karina de Veja, dijo que las voces cantaban en sintonía. "Estaban todos alabando a su Dios, fue impactante", apuntó.
Al igual que los condenados, un pequeño grupo de personas se reunieron en Cilacap, ciudad portuaria que da acceso a la isla de Nusakambangan, con velas y cantando también 'Amazing Grace'.
Para el padre Charles Burrows, quien apoyó a Gularte, el momento fue especialmente difícil para el brasileño que, diagnosticado con esquizofrenia, pensaba que volvería a su país el próximo año.
Según cuenta el padre, Gularte hablaba con animales y tenía miedo de las ondas electromagnéticas y satélites que podían vigilarlo. Además, pensaba que la pena de muerte ya no se aplicaba en Indonesia.
Al amanecer, los cuerpos de los ocho hombres fueron enviados en ataúdes desde la isla hasta Cilacap. La prima de Gularte, Angelita Muxfeldt, lloraba desolada en el momento de la llegada a tierra, mientras que el padre Charlie Burrows ayudaba abriendo camino entre la multitud que esperaba los cuerpos.
EL HIJO DE GULARTE
Maria do Rocio Pereira, de 55 años, exnovia de Gularte y madre de Jimmy, de 21 años, hijo de ambos diagnosticado con autismo, dijo en una entrevista al periódico 'Folha de São Paulo' que pide a Dios ayuda para que su hijo pueda superar la ejecución de su padre.
Jimmy, que vive en Florianópolis (Brasil) con su madre, tuvo poco contacto con el padre, según Maria. Sin embargo, pese a que no entienda bien qué es la muerte, sabe lo que ha ocurrido con su padre.
Maria explica que Jimmy está internado en un hospital de la ciudad por presentar alteraciones en el comportamiento, como consecuencia del autismo y por una enfermedad no diagnosticada por los médicos. Según su madre, su salud ha empeorado con la noticia del fusilamiento.
También explica que el contacto con Gularte ha sido escaso desde 1994, tras el nacimiento de Jimmy, y que pasó a ser inexistente después de la detención del brasileño en Indonesia.
Por otro lado, dice que los familiares de su exnovio sólo contactaron con ella porque querían incluirla en la solicitud de clemencia para salvar la vida de Gularte.
ENTIERRO
Durante la mañana de este miércoles se ha celebrado una misa de cuerpo presente en la capilla del hospital de San Carolus, en la capital indonesa de Jacarta, en la que estuvieron presentes la prima del brasileño y el encargado de negocios de la Embajada de Brasil en Jacarta, Leonardo Monteiro.
El cuerpo de Gularte ha sido entregado a la familia en un ataúd blanco para que en las próximas semanas sea enviado a Curitiba (Brasil), atendiendo al pedido del propio ejecutado.
