Publicado 20/02/2016 19:25

Los gastos en viajes, una de las lacras de la Administración Pública mexicana

 Harrods En Londres
LUKE MACGREGOR / REUTERS

   CIUDAD DE MÉXICO, 20 Feb. (Reuters/Notimérica) -

   La funcionaria anticorrupción mexicana Hilda García ha reabierto el debate sobre el gasto público, después de que unos documentos de la Secretaría de la Función Pública (SFP) demostrarán que gastaba parte de su asignación en champán, caviar o salmón ahumado.

   Durante un viaje oficial a Londres del año pasado, García contaba con 450 dólares diarios para cubrir sus gastos en el país, no obstante, las facturas probaron que gran parte de este dinero se gastaba en tiendas como Harrods.

   Su compañero, Jorge Pullido, gastó también una cantidad desorbitada en un viaje oficial a Malasia para asistir a una conferencia en Kuala Lumpur. Solo en la escala en Fráncfort gastó más en taxis y comidas que en los seis días que pasó en un hotel de Malasia.

   El funcionario Jaime Cerdio, por su parte, fue más austero. En un viaje a Washington, vivió a base de sándwiches de 10 dólares y refrescos, que compró en el local Safeway y regresó casi con una tercera parte de sus gastos de viaje, reponiendo a las arcas del Gobierno más de 1.000 dólares.

   La SFP, encargada de la supervisión y rendición de cuentas en el Gobierno, es responsable de frenar el gasto y de combatir la corrupción, pero admitió que tiene poco control de cómo sus propios empleados gastan dinero público en el extranjero.

   La SFP sólo tiene registros en papel de los viajes de sus empleados y las reglas gubernamentales sólo verifican el coste del hotel y de los vuelos, lo que significa que una gran cantidad de los gastos de los empleados no se verifica.

   "Estamos en una etapa de revisión para que haya buenas prácticas en este tipo de ejercicios", ha señalado el secretario de la Función Pública, Virgilio Andrade, cuando se le preguntó si los funcionarios deberían proveer más detalles sobre cómo gastan el dinero del Gobierno en el extranjero.

   La nueva ley de transparencia, aprobada el año pasado, hará que las agencias del Gobierno y entidades publiquen electrónicamente sus gastos de viajes, ha destacado Andrade.

   El funcionario espera que eso mejore la responsabilidad de los trabajadores, teniendo en cuenta que los mexicanos podrán ver a dónde viajan los funcionarios con el dinero público y pedir explicaciones por estos gastos.

   Por ahora, sin embargo, el Gobierno, que ha sido blanco de críticas por escándalos de conflictos de interés por la compra de casas por parte del presidente, Enrique Peña Nieto, su esposa y su secretario de Hacienda, aún no ha propuesto las reglas para implementar la ley de transparencia.

   Esto ha permitido que los empleados del Gobierno mexicano --incluso los de la SFP-- gasten ingentes cantidades de dinero en sus viajes al extranjero.

   Un funcionario de la SFP, Alejandro Bonilla, que viajó a Hawái para las negociaciones del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), gastó en rondas de calamares gran parte de su asignación.

NECESIDAD DE TRANSPARENCIA

   En Estados Unidos, los funcionarios públicos tienen derecho a dietas diarias en circunstancias limitadas y deben presentar recibos para los reembolsos.

   Los 450 dólares que los empleados del Gobierno mexicano tienen permitido gastar cada día en el extranjero es más de lo que el Gobierno de Estados Unidos paga en muchas ciudades del país, pero está por debajo de la tasa que Washington autoriza para algunas ciudades en el extranjero con precios altos, como Londres y París.

   Los gastos diarios pueden llevar a que los funcionarios del Gobierno reciban dinero por dos vías distintas, por ejemplo, si aceptan comidas o viajes regalados, tal y como ha explicado Alexandra Wrage, fundadora de la organización anti-soborno TRACE Internacional en Annapolis, Maryland.

"Entonces el extra es efectivo en la mano para el funcionario del Gobierno, lo que está bastante cerca de un soborno", ha explicado Wrage.