Actualizado 09/07/2009 23:13

Gobierno interino de Honduras no gana para sustos en diplomacia

Por Anahí Rama

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El Gobierno interino de Honduras, aislado internacionalmente tras el golpe de Estado contra el mandatario Manuel Zelaya, no gana para sustos con su diplomacia por tropiezos de su canciller como el de llamar "negrito" al presidente estadounidense Barack Obama.

Cuando el Gobierno que encabeza Roberto Micheletti -no reconocido por casi ninguna nación del mundo- trata de evitar que Estados Unidos siga suspendiendo la vital ayuda al país, el canciller Enrique Ortez hizo comentarios considerados racistas sobre Obama.

"El presidente de la república (Estados Unidos) -que lo respeto al negrito- no conoce dónde queda Tegucigalpa", dijo por un canal de TV local días atrás Ortez, refiriéndose a que Washington no podía opinar sobre lo que pasaba con Honduras.

Los comentarios despertaron la indignación de la embajada estadunidense en Tegucigalpa, que reaccionó varios días después con una nota de protesta.

El martes, Ortez se disculpó por el traspié y dijo a periodistas que su comentario "no tuvo en ninguna forma una intención ofensiva ni esa interpretación que los medios de comunicación han tratado de darle para causarme daño y causar daño en las relaciones internacionales que yo represento".

Sin embargo, Washington, que sólo reconoce a Zelaya como presidente e instó a restaurarlo en el poder, anunció el miércoles la suspensión de la ayuda militar por 16,5 millones de dólares a Honduras y advirtió sobre el riesgo de otros fondos por 180 millones de dólares.

Ortez, un político de 77 años que ha ocupado altos cargos diplomáticos en el pasado, forma parte del Gobierno interino de derecha que asumió el poder después de que el mandatario Zelaya fuera sacado por militares el 28 de junio de su casa a punta de rifle y expulsado a Costa Rica.

El derrocamiento fue condenado por decenas de países.

Pero ese no fue el único enredo de Ortez. La semana pasada desautorizó al propio presidente interino cuando lo contradijo sobre el envío de una delegación a Washington. "Por favor, zapatero a tus zapatos", dijo en una entrevista con Reuters.

Y echó más leña al fuego diplomático la semana pasada cuando cargó contra el vecino El Salvador, el país más pequeño de la región y con el que Honduras mantuvo en 1969 un sangriento y breve conflicto, llamado "Guerra del Fútbol" porque coincidió con partidos de eliminatoria mundialista.

"No vale la pena hablar de un país tan chiquito, en el que no se puede jugar al fútbol porque la pelota se cae a otro país", sostuvo.

Después de los comentarios, Micheletti nombró a la vicecanciller Martha Alvarado para representar al país en los intentos de diálogo con la Organización de Estados Americanos

(OEA).

Y también designó como representante diplomático a Carlos López en las negociaciones que mantienen el jueves Micheletti y Zelaya en Costa Rica con la mediación del presidente costarricense y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias.