CIUDAD DE GUATEMALA, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Unas 1.200 personas han pasado la noche en refugios y albergues improvisados por las autoridades por la cadena de terremotos que el lunes sacudieron a varias ciudades y pueblos en Guatemala, dejando un muerto, 15 desaparecidos y once heridos, según las cifras oficiales.
La Coordinadora Nacional de Reducción de Desastres (CONRED) ha mantenido el estado de alerta en cuatro departamentos, especialmente, en Santa Rosa, donde se registró la única víctima mortal confirmada hasta el momento.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), hasta la madrugada de este martes se habían producido un total de seis terremotos de entre 4,3 y 5,8 grados en la escala de Richter. Los epicentros fueron detectados a unos 51 kilómetros al sureste de la capital guatemalteca.
Unos 1.150 habitantes de Cuilapa y Santa María Ixhuatán fueron ubicados en dos estadios tras ser evacuados de las zonas de riesgo. De acuerdo a las autoridades, estas dos localidades son las que mayores daños han presentado tras los seísmos.
Desde el pasado julio hasta el 1 de septiembre se habían registrado 4.020 movimientos telúricos en Santa Rosa, de los cuales 67 fueron percibidos por la población debido a su intensidad, precisa el diario local 'Prensa Libre'.
En Ciudad de Guatemala cientos de personas salieron a las calles cuando se produjo el segundo terremoto, alrededor de las 12.34 horas (20.34 horas en la España peninsular). Trabajadores de algunos ministerios y oficinas públicas fueron evacuados como medida de prevención, según mostraban las cadenas locales.
El director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez, ha explicado en declaraciones a la prensa que las réplicas que siguieron al segundo terremoto despertaron el temor en la población que pensaba que se iba a producir un movimiento telúrico mayor con peores consecuencias.
El presidente guatemalteco, Álvaro Colom, compareció el lunes ante los medios para hacer un llamamiento a la calma y anunciar que los cuerpos de seguridad se mantienen alertas para atender a los afectados. "En lo personal, no lo veo como una emergencia, sino como prevención", aclaró.