Actualizado 07/06/2018 16:05

Guatemala busca a los enterrados por el volcán mientras denuncian que la Agencia de Emergencia desoyó avisos de erupción

Un policía se tropieza mientras corre por la erupción del Volcán de Fuego
Reuters

   MADRID, 7 Jun. (OTR/PRESS) -

   En condiciones casi imposibles y con un ambiente prácticamente irrespirable, los equipo de emergencia de Guatemala siguen recuperando cuerpos y buscando a los casi 200 desaparecidos que ha provocado la erupción explosiva del Volcán de Fuego el domingo, que ya ha dejado casi un centenar de muertos confirmados.

   Mientras el país trata de sobreponerse a una de sus mayores tragedias, crece la indignación ante las denuncias y las sospechas de que la Agencia de Emergencias no atendió diligentemente las advertencias sobre la amenaza que suponía el volcán.

   Los partidos de la oposición en el país centroamericano quieren que el jefe de la agencia sea despedido e incluso apuntan a una posible negligencia criminal por ignorar las advertencias anticipadas sobre la erupción mortal que se produjo el domingo.

   Ahora se sabe ya que son al menos 99 muertos y casi 200 personas siguen desaparecidas.

   Las aldeas de las laderas del volcán están enterradas bajo capas y capas de cenizas volcánicas. La lluvia, pequeñas erupciones posteriores y las altas temperaturas del material erupcionado han complicado sobremanera las tareas de búsqueda.

   En San Miguel Los Lotes, la denominada 'zona cero', enterrada en toneladas de cenizas, no se cree que nadie haya podido sobrevivir a la catástrofe y los familiares de los desaparecidos esperan ansiosos poder recuperar los cuerpos de sus seres queridos.

   Muchos de los cadáveres encontrados están abrasados y las tareas de identificación son extremadamente complejas. Las autoridades han tomado muestras de ADN a fin de poder determinar los nombres de los fallecidos.

   Pero, ¿de qué se acusa a la agencia de emergencia del país?

   Según el Instituto de Sismología, se emitió la advertencia de que el volcán iba a explotar con tiempo suficiente. En este sentido, aseguran que la autoridad de emergencia civil no actuó en consecuencia.

   Se ha demostrado que el director del organismo dijo a las 11 de esa mañana del domingo que no era necesario evacuar a la población.

   Hasta que se diriman las responsabilidades, la búsqueda de las víctimas continúa aunque persiste el temor a que las lluvias provoquen deslizamientos de tierras con material volcánico que aún se encuentra a altísimas temperaturas.

   El volcán sigue expulsando cenizas y rocas. "La actividad continúa y no se puede descartar la posibilidad de nuevos flujos piroclásticos en las próximas horas o días, por lo que se recomienda no permanecer cerca del área afectada", han dicho desde el instituto nacional de sismología y vulcanología.

   El volcán, de 3.763 metros de altura y situado a 35 kilómetros al suroeste de la capital, registró el domingo su erupción más fuerte en las últimas cuatro décadas que ha dejado desde entonces 99 muertos y 197 desaparecidos, según datos de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred).

   De los casi cien fallecidos, unos cinco han muerto en diferentes hospitales a causa de las severas quemaduras.

   La furia desatada por el volcán dejó además 58 personas heridas y 12.277 evacuadas, de las cuales 3.665 han sido realojadas en 21 albergues, según el último balance divulgado por la Conred, ente estatal a cargo de protección civil.

   Hasta ahora, las autoridades guatemaltecas habían informado de la muerte de 75 personas. Sin embargo, en las últimas horas el balance de víctimas mortales ha seguido aumentando. Entre ellas se encuentra un niño de ocho años que ha fallecido en el Hospital General San Juan de Dios a causa de las quemaduras sufridas.

   Hay cerca de dos millones de afectados que se reparten en los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, en cuyos límites se asienta el Volcán de Fuego.

   La comunidad internacional, especialmente los países de la región, han comenzado a enviar ayuda humanitaria porque, tal y como ha reconocido el presidente guatemalteco, Jimmy Morales, este desastre natural ha superado con creces la capacidad de respuesta de las arcas públicas.

   Estados Unidos envió un avión de la Fuerza Aérea de su país que transportó el miércoles a seis niños heridos por la erupción para que reciban tratamiento médico por sus quemaduras en el hospital infantil Shriners de la ciudad de Galveston, en Texas.

   Por su parte, Chile ha anunciado su cooperación tecnológica para el monitoreo temprano de volcanes en Guatemala. México enviará un equipo de especialistas en quemaduras y han puesto a disposición de las autoridades guatemaltecas dos unidades médicas móviles y una unidad de logística y supervisión para realizar acciones de atención primaria en salud y prevención de enfermedades en la zona afectada.

   La brigada de médicos de Cuba que está residiendo en Guatemala también colabora en las tareas de apoyo en los albergues habilitados.

   Este es una de las mayores tragedias sufridas por Guatemala en años. El Gobierno ha declarado el estado de emergencia y tres días de duelo nacional.

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