Actualizado 17/08/2006 03:09

Guatemala.- Los médicos separan con éxito a las siamesas guatemaltecas que estaban unidas por el abdomen


GUATEMALA, 17 Ago. (EP/AP) -

Un equipo de médicos separó el miércoles a las siamesas guatemaltecas que estaban unidas por el abdomen, en una operación en la que, contra los pronósticos médicos, ambas sobrevivieron pese al grave estado de una de ellas.

El jefe de la unidad de recién nacidos del Hospital Roosevelt, Carlos Manuel Pérez, informó a AP, minutos después de que finalizase la operación, que "las dos están vivas, tienen sus signos vitales estables y están en quirófanos separados. Los cirujanos plásticos están cerrándolas".

Los pronósticos de supervivencia que los médicos otorgaban tras la operación eran de un 30 por ciento para Ángela Leticia y ninguna posibilidad para Ángela Corina, quien tiene un corazón mal formado, ya que sólo dispone de una aurícula y un ventrículo, mientras que los corazones normales tienen dos pares.

"Sabíamos que los pronósticos por números eran así, ahora hay que esperar, viene la etapa más crítica, las primeras 24 a 48 horas", afirmó Pérez, quien resaltó, no obstante, que esto no asegura que las dos vivan a largo plazo.

"A Ángela Corina podemos irle haciendo cirugías paliativas que le van a mejorar la calidad y esperanza de vida, pero lo único que la salvará es un transplante de corazón y pulmones", añadió el médico. La posibilidad de encontrar un donante recién nacido que sea compatible es mínima.

DONACIONES Y COLECTAS

Las siamesas nacieron en el seno de una familia campesina el pasado 23 de junio en una remota aldea del departamento de Sololá, ubicado a unos 100 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca. Estaban unidas por el abdomen y parte del pecho, por lo que compartían el hígado, el esternón y las costillas. Al ver su condición, los médicos del hospital regional de esa localidad las remitieron al Hospital Roosevelt de Nueva York, uno de los dos más importantes de Estados Unidos.

El coste de la operación fue financiado por donaciones y colectas, como la realizada en una cena organizada por Wendy W. de Berger, esposa del presidente de Guatemala, Óscar Berger.

El martes pasado, un sacerdote católico --la fe que profesa la madre-- acudió al hospital para bautizarlas. En tanto que un pastor evangélico --iglesia a la que pertenecen los abuelos paternos-- oró por las menores horas antes de que comenzara la intervención.

La operación se practicó mientras la consulta externa del hospital permanece cerrada debido a una huelga de médicos. El sindicato, que exige al Gobierno abastecer mejor los centros asistenciales, amenazó con cerrar el área de atención de emergencia si no se alcanzaba un acuerdo el miércoles.

Esta intervención quirúrgica es la segunda de este tipo que se hace en la historia reciente de Guatemala. "Hubo otra que hicieron en 1983 en otro hospital en la que las niñas sólo sobrevivieron 24 horas", señaló Carlos Manuel Pérez, quien ha atendido a las menores desde que llegaron a ese centro asistencial el pasado 25 de junio.