Actualizado 10/01/2015 10:47

Guatemala, tierra de volcanes y terremotos

Volcán
Foto: WIKIPEDIA

GUATEMALA, 10 Ene. (Notimérica) -

   Guatemala se encuentra en la región centroamericana y limita con México, Belice, Honduras y el Salvador. Este país es mayoritariamente montañoso, donde permanecen activos 27 volcanes, motivo por el cual se le considera en el mundo la tierra de volcanes y terremotos.

   Estos volcanes, que forman parte del cinturón de fuego del Pacífico -que abarca la costa Pacífica, las Islas Aleutianas, Japón e Indonesia-, convierten a Guatemala en una de las zonas más densamente cubiertas de volcanes del mundo.

   En el sistema montañoso se encuentran repartidos más de 300 focos eruptivos y la mayoría de las cumbres volcánicas están situadas en Sierra Madre.

   Todos los volcanes de Guatemala fueron declarados Zonas de Veda Definitivas desde su cráter hasta los desniveles del 30 por ciento tras el Acuerdo Gubernativo firmado el 21 de junio de 1956 por el expresidente del país Carlos Castillo Armas.

   Los volcanes que abundan menos son los de mayor altura y encuentran en la zona occidental y central del país, mientras que los de las zonas de oriente y del sur son los más bajos y abundantes. Once de estos volcanes superan los 3.000 metros sobre el nivel del mar.

   La línea volcánica comienza en la frontera con México con el volcán Tacaná y termina en la frontera con El Salvador con el volcán Chingo.

   Los volcanes son los responsables del gran número de terremotos que se producen anualmente en Guatemala y su posición geográfica está en el origen de estos fenómenos naturales.

   Este país centroamericano es uno de los pocos lugares del mundo en el que convergen tres placas tectónicas que generan los sistemas de fallas por los que se originan los seísmos.

   Sin embargo, sólo tres de los volcanes reconocidos (Santiaguito, Fuego y Pacaya) han registrado erupciones en los últimos diez años y la mayor tragedia que ha conocido la historia de este país tuvo lugar hace años, con el terremoto de 1976, que tuvo una intensidad de 7,6° en la escala de Richter y provocó la muerte de alrededor de 23.000 personas.

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