Actualizado 04/06/2018 15:52

La 'Guerra del Fútbol', cuando las balas sustituyeron a los balones

LA GUERRA DEL FÚTBOL
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   MADRID, 4 Jun. (Notimérica) -

   Hace 47 años, El Salvador y Honduras firmaban un acuerdo que ponía fin a la conocida como 'Guerra del Fútbol' o 'Guerra de las 100 horas', un enfrentamiento armado entre ambos países cuyo origen se remonta a un partido de fútbol.

   El conflicto tuvo lugar del 14 al 18 de julio de 1969 en América Central, después de que el 26 de junio del mismo año las selecciones El Salvador y Honduras se enfrentaran en las eliminatorias de la Copa Mundial de Fútbol de 1970.

   La tensión política latente quedó reflejada durante los encuentros --que se saldaron con la primera clasificación mundialista de El Salvador-- y finalmente estalló la guerra, la cual tuvo fatales consecuencias para ambos países, quienes acabaron con un saldo de entre 4.000 y 6.000 muertes civiles, además de unos 15.000 heridos.

   Finalmente, el 4 de junio de 1970, las naciones implicadas firmaron un plan de paz que daba fin a la 'Guerra del fútbol'.

ANTECEDENTES

   A finales de los años 60, El Salvador atravesaba una complicada situación económica, por lo que los campesinos carentes de tierras emigraron al país vecino, Honduras.

   La reacción del Gobierno de Osvaldo Pérez Arellano, presidente de Honduras por aquellas fechas. Debido a que los salvadoreños habían terminado acaparando gran parte del territorio agrícola, muchos jornaleros de Honduras carecían de tierras donde trabajar.

   Ante el temor de una posible revuelta, Arellano realizó una reforma agraria para expropiar tierras a los campesinos salvadoreños que habían vivido ahí durante varias generaciones.

   Así surgió la 'Mancha Brava', una organización paramilitar que quería atemorizar a los más de 300.000 salvadoreños que habían cruzado la frontera durante la década y se habían asentado en territorio hondureño.

EL CONFLICTO

   Como consecuencia, los campesinos originarios de El Salvador se vieron forzados a regresar a su país. Tanto políticos como medios de comunicación fueron fomentando un odio mutuo que acabó con la intervención militar salvadoreña en Honduras el 14 de julio de 1969.

   La actuación militar provocó la intromisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para negociar un alto el fuego que entró en vigor el 20 de julio. Mientras que el gobierno salvadoreño pidió que cesara la persecución de sus compatriotas, la OEA le exigió antes el desalojo de suelo hondureño, por lo que las tropas salvadoreñas se retiraron a principios de agosto.

   A pesar de que la guerra en sí apenas duró cuatro días, miles de persones perdieron la vida y entre 60.000 y 130.000 salvadoreños fueron deportados desde Honduras a su país natal.

   Al final de la guerra, los ejércitos de ambos países encontraron un pretexto para rearmarse y el Mercado Común Centroamericano quedó en ruinas. Bajo las reglas de dicho mercado, la economía salvadoreña (la más industrializada en Centroamérica en aquella época) estaba ganando mucho terreno en relación a la economía hondureña.

   Las dos naciones firmaron el Tratado General de Paz en Lima (Perú) el 30 de octubre de 1980, por el cual la disputa fronteriza se resolvería en la Corte Internacional de Justicia.

   Ello dio paso a la solución negociada del litigio fronterizo por el control de unos 450 kilómetros cuadrados, conocido como Los Bolsones, los cuales pasaron a formar parte del territorio hondureño, en detrimento del territorio salvadoreño.