Actualizado 12/02/2018 08:38

La Guerra del Pacífico, el origen de la rivalidad entre Bolivia y Chile

BOIVIA Y CHILE
REUTERS

   LA PAZ, 12 Feb. (Notimérica)-

   Bolivia y Chile mantienen, aún a día de hoy, una disputa territorial por la salida al Océano Pacífico, la cual tiene su origen en la conocida como Guerra del Pacífico, también denominada Guerra del Guano y el Salitre.

   Se trata de un conflicto armado acontecido entre 1879 y 1883 que enfrentó a Chile contra los aliados Bolivia y Perú en el océano Pacífico, en el desierto del Atacama en Chile y en las serranías y valles peruanos.

   Considerado como un hito dramático en la historia de Sudamérica, la Guerra del Pacífico fue uno de los principales conflictos armados de finales del siglo XIX que a día de hoy sigue sin resolverse.

   La subida de impuestos por parte del Gobierno boliviano a los exportadores de salitre fue el pistoletazo de salida para una disputa que en 2018 todavía continúa abierta y en manos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.

   Ante esta situación, y debido a la violación del tratado limítrofe de 1874 que prohibía nuevos impuestos o el aumento de estos, el Ejército chileno ocupó el puerto boliviano de Antofagasta en febrero de 1879.

   Por su parte, Perú, que había firmado un Tratado de alianza defensiva de carácter secreto con Bolivia, ordenó preparar sus fuerzas militares y simultáneamente envió un diplomático a Chile para mediar.

   El 1 de marzo de ese mismo año, Bolivia se declaró en estado de guerra contra Chile, y cuando Perú se negó a permanecer neutral, Chile declaró la guerra a ambos aliados el 5 de abril de 1879.

   Ante el estallido de la guerra, Perú declaró el 'casus foederis' -- expresión que describe la situación en la cual entran en juego los miembros de una alianza-- por la ocupación chilena de la entonces ciudad boliviana de Antofagasta, en consecuencia del tratado firmado en 1874.

   Durante los primeros seis meses se definió la supremacía naval, indispensable para continuar la guerra en las zonas costeras del desierto de Atacama, en aquel entonces solamente accesibles por el mar.

   Tras los ataques marítimos, Bolivia abandonó militarmente la guerra en 1880 después de la derrota aliada en la batalla de Tacna, en la que Bolivia y Perú se enfrentaron contra el ejército chileno comandado por el general Manuel Baquedano. La guerra, así, continuaría entre las fuerzas chilenas y peruanas.

   Un mes después, Perú sucumbió ante Chile en la batalla de Arica, también conocida como el asalto y toma del morro de Arica, y en enero de 1881 las fuerzas chilenas ocuparon Lima.

   Sin embargo, la guerra entre Perú y Chile continuó dos años más entre los remanente del ejército, guerrillas y montoneros peruanos, contra las fuerzas chilenas de ocupación, hasta la firma del tratado de Ancón en 1883 en la que Perú cedió a Chile el Departamento de Tarapacá, además de la retención de las provincias de Arica y Tacna.

   Bolivia, que se había mantenido a la expectativa, firmó un Pacto de Tregua Indefinido con Chile en 1884 con el que daba por finalizado el estado de guerra entre ambos países y aceptaba la anexión a Chile de la provincia de Antofagasta.

   Pero no fue hasta la firma del Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia cuando se fijaron las fronteras entre ambos países; y el Tratado de Lima de 1929 entre Chile y Perú, tras el cual Chile devolvió la provincia de Tacna a Perú.

ACTUALES CONSECUENCIAS

   La Guerra del Pacífico tuvo una serie de consecuencias económicas, políticas, territoriales y sociales entre los beligerantes, además de cierto grado de resentimiento en los países vecinos.

   Tras la anexión chilena del litoral de Antofagasta, Bolivia perdió su única salida soberana al Océano Pacífico, quedando relegada a una condición de mediterraneidad, además de perder los recursos naturales del lugar.

   Y es que a día de hoy esta herida abierta persiste, ya que el Pacto de Tregua indefinido de 1884, en sí, no reconocía la soberanía chilena en el litoral sino que, entre otras cosas, solamente aceptaba la ocupación de la zona, por lo que ambos países se verían envueltos en una serie de negociaciones futuras para alcanzar las fronteras definitivas, lográndolo en 1904.

   Tras dicho tratado, Bolivia reconocía definitivamente la permanente soberanía chilena sobre el territorio de Antofagasta. Chile, a su vez, garantizó libre tránsito de bienes bolivianos, exentos de impuestos, entre los puertos chilenos y Bolivia, además de la construcción del Ferrocarril Arica-La Paz.

   No obstante, el tratado de paz entre ambas naciones continúa siendo origen de constantes tensiones diplomáticas entre Chile y Bolivia, los cuales defenderán sus posturas este 2018 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ante la disputa territorial con Chile.