MADRID, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha denunciado que más de mil familias residentes en los campamentos levantados tras el terremoto de enero de 2010 han sido desalojadas desde principios de año, lo cual representa un "gran sufrimiento" para personas que ya viven bajo circunstancias de "extrema pobreza".
La ONG ha presentado su informe 'Ningún sitio donde ir: Desalojos forzosos en los campamentos de desplazados de Haití' para insistir en un problema que se ha recrudecido en los últimos meses. Entre enero y marzo, 977 familias han sido expulsadas de sus hogares y se suman a las casi 61.000 afectadas entre julio de 2010 y finales de 2012.
Muchos de estos desalojos se realizan con el aval de las autoridades, lo que para el asesor de Amnistía Javier Zúñiga, representa una "violación continua de Derechos Humanos" y causa "gran sufrimiento".
El seísmo de enero de 2012 se cobró más de 300.000 vidas y dejó sin hogar a unos 2,3 millones de haitianos, de los cuales decenas de miles todavía viven en refugios improvisados. La mayoría de los damnificados por el terremoto vivían "en condiciones de extrema pobreza" y ahora, en los campamentos, "soportan terribles condiciones de vida".
"Por si esto fuera poco, corren el riesgo de sufrir desalojos forzosos y, a la larga, de quedarse una vez más de sin hogar. Cada vez les cuesta más encontrar un lugar nuevo donde rehacer su vida y medios para ello", ha lamentado Zúñiga en un comunicado.
Amnistía Internacional ha recogido en su informe el caso de Cléane Etienne, desalojado en enero del campamento de Fanm Koperatif en Puerto Príncipe y que, además de su vivienda, perdió también todo el material que se encontraban en el interior, incluidos sus enseres de trabajo.
Otro de los afectados, Suze Mondesir, ha relatado cómo "alrededor de las diez de la mañana llegaron al campamento un grupo de agentes de Policía acompañados de hombres armados con machetes y cuchillos" para echarles de su refugio. "Nos insultaron y comenzaron a derribar nuestras tiendas. Los hombres nos zarandearon, y la Policía nos intimidó con sus armas para que no hiciéramos nada", ha declarado.
PROBLEMA CRÓNICO
Amnistía Internacional ha denunciado, además, el problema crónico de vivienda que sufre el país caribeño incluso desde antes del terremoto. Las organizaciones internacionales calculaban entonces que hacían falta 700.000 viviendas, una cifra considerable habida cuenta de que Haití cuenta con poco más de 10 millones de habitantes.
El Gobierno haitiano prepara la primera política específica sobre vivienda. Zúñiga ha mostrado la "satisfacción" de la ONG por esta iniciativa, confiado en que se pueda garantizar "el derecho a una vivienda adecuada para todas las personas".
"La enorme labor de recuperación del terremoto que se está realizando en Haití es una oportunidad de abordar el problema de la vivienda", ha subrayado. Sin embargo, ha añadido "para ello las autoridades deben situar los Derechos Humanos en la base de sus planes de reconstrucción".