SANTIAGO, 5 Sep. (Notimérica) - .-
La construcción de la Línea 6 del Metro de la capital chilena ha dejado durante sus trabajos de excavación una gran sorpresa a sus habitantes. Se trata, nada más y nada menos, que de vestigios de lo que sería el cementerio indígena más grande de Chile central.
Las labores de perforación en el Pique Europa --en la Avenida Pedro de Valdivia-- entre el mes de diciembre del año 2012 y septiembre de 2014, pero hasta el momento no se han conocido los hallazgos encontrados en el lugar.
Según ha indicado la arqueóloga y magister en Etnohistoria de la Universidad de Chile, y profesional al cargo, Verónica Reyes, "si bien el proceso de excavación ya fue completado, todavía no hemos efectuado todos los análisis ni los hemos fechado. Pero, de acuerdo a los tipos de materiales asociados a los restos humanos, podemos determinar que estos pertenecen a la cultura Llolleo" ha comentado la arqueóloga.
La cultura Llolleo se compuso por grupos indígenas que estuvieron asentados en el país sudamericano entre los años 200 y 1200 d.C., en especial en la zona central del país --entre los ríos Aconcagua y Cachapoal--. Fue el nacimiento de la cultura Aconcagua la que marcó el declive de la historia de esta cultura.
El 'tesoro' --encontrado entre 30 centímetros y 2 metros de profundidad-- está compuesto por 60 tumbas, 96 vasijas asociadas, ajuares funerarios --adornos corporales, piedras horadadas, instrumentos de molienda y recipientes de cerámica, en su mayoría fracturados o perforados-- y collares de la cultura Llolleo, aseguran medios de comunicación como 'Biobiochile', 'CNN en Español' o el diario argentino 'Clarín'.
"Eran unas fosas que habían hecho en las gradas del río. Ahí habían enterrado esos esqueletos y los habían vuelto a cubrir con la misma grada del sedimento asociado, junto a ajuares y ofrendas funerarias", ha explicado Reyes. Este hecho explicaría que los restos humanos hallados se encontraban muy mal conservados, probablemente por las crecidas del río, lo que ha dificultado el análisis de las osamentas.
La arqueóloga ha calificado el hallazgo como "importante", pues tal y como ha asegurado "los otros registros del período que se tenían para Chile central aportaban mucho menos información". Así, después de llevar a cabo las labores de investigación arqueológica, en el mes de julio los restos encontrados fueron llevados al Museo de Historia Natural, duplicando el número de vasijas que existían de esta cultura.