Actualizado 03/01/2018 15:35

Hamburguesas de león o jirafa: ¿dónde encontrar las carnes más exóticas de México?

BURGUER
PIXABAY
  

   CIUDAD DE MÉXICO, 3 Ene. (Notimérica) -

   En este lugar la muerte se respira desde fuera. Lejos de ser un típico mercado de Ciudad de México, el Mercado de San Juan Pugibet es uno de los más populares y frecuentados de la capital del país, ya que puedes encontrar todo tipo de carnes, desde león hasta jabalí. Y sí, es legal.

   Este curioso mercado se sitúa en el centro de la capital mexicana, un lugar muy frecuentado por turistas llenos de experiencias gastronómicas nada convencionales. Además de carnes exóticas, por sus pasillos también se venden frutas de temporada, marisco, pescados y fondas para probar hamburguesas elaboradas con esos mismos productos.

  ESCORPION

   El Mercado de San Juan Pugibet se encuentra en la calle Ernesto Pugibet y desde fuera el olor ofrece una idea de lo que podemos encontrar en él, el olor a magro, frito, cadáver o tortilla, son algunos aromas. "Aquí vienen muchos turistas pero también los mejores chefs nacionales e internacionales. Saben que aquí van a encontrar calidad", afirmó el hijo del dueño del local 'El Gran Cazador de México', Jhonatan Carmona.

   La variedad de carnes que se ofrece en este mercado es inmensa: conejo, pato, jabalí, cerdo, cabrito, cocodrilo, león o jirafa, entre muchas otras. Lo mejor de todo son las altas ventas que este tipo de carne exótica tiene.

  MERCADO

   "El león la traemos de Monterrey, es que aquí en México se da de todo", explica un vendendor del mercado, don Benjamín, quien presume su predilección por todas las carnes que vende porque las manos de su mujer tienen una sazón sin competencia.

   Como todo lo exótico, es caro. "Aquí encuentran lo que busquen, pero obviamente es caro", advierte el dueño de 'El Gran Cazador'. El kilo de un pollo ordinario no pasa de 100 pesos (5 dólares); pero un kilo de pulpa de león se vende en 850 pesos (unos 43 dólares); y los bistecs, pueden expenderse en 950 pesos (48 dólares). Pero que nadie se engañe: el señor Benjamín asegura que los comensales de esa rareza, de sabor ácido y color grisáceo, son de todas las clases sociales.