BUENOS AIRES, 11 Abr. (Notimérica) -
Un partido cambió su vida; sin saber quién es, quiénes son las personas que le rodean o cuántos años tiene. Así vivió durante 46 días César Torres, jugador de fútbol amateur del Flitz Simon, equipo de la liga Regional de Río Tercero, Córdoba (Argentina).
Era abril de 2007 y el Recreativo Elenense se enfrentaba al Flitz Simon. En un momento del encuentro, Nicolás Gigena golpea con fuerza al balón, pero la nunca de Torres se interpone en su trayectoria. Instantes después, Torres yace en el suelo sin saber qué ha ocurrido, dónde está o quiénes son todas esas personas vestidas de corto.
El partido se suspende a petición de Gigena y llegan los servicios médicos, que tratan de atender a Torres. Este en un primer momento se resiste a irse en la ambulancia, hasta que descubre un bulto en su cabeza. Finalmente accede y es trasladado al hospital de Río Tercero, donde le esperan sus padres.
Los peores temores se confirman: César Torres sufre amnesia. Ni siquiera reconoce a Teresa y Leopoldo, sus padres. El médico le avisa que tendrá que bajar el hinchazón de la corteza cerebral para tener alguna posibilidad de recuperar la memoria. Es entonces cuando comienza un triste episodio en la vida del joven jugador, con un equipo de neurólogos y una bolsa de hielo como 'coprotagonistas'.
A los pocos días, Torres intenta continuar con su vida, una vida que solo conoce gracias a lo que le cuentan sus padres. Teresa le había dicho que llevaba tres años trabajando en una fábrica, a la cual se dirige para reincorporarse a la vida laboral. Solo lo hace durante unas horas: el jefe le manda que se vaya a casa y que espere a estar totalmente recuperado.
Mientras intenta bajar el hinchazón a base de aplicar hielo con la fe de recuperar algún día la memoria, la vida cotidiana de Torres se convierte en un nuevo comienzo: entre idas y venidas al neurólogo, el joven aprende cómo se come, qué es el mate o redescubre Embalse, su pueblo natal.
Los familiares y amigos se esfuerzan en ayudarle, sin éxito. Lo único que les queda es paciencia y la confianza en los médicos que aseguran que, tarde o temprano, César se recuperará.
Una tarde, 46 días después del fatal incidente sobre 'el verde', Torres se va a la cama a echarse su rutinaria siesta, con la radio como único acompañante para amenizar las horas. Es 7 de junio de 2007. De repente, del transistor comienza a salir una voz que le resulta familiar. Se trata de Juan Carlos Jiménez Rufino, más conocido como 'La Mona Jiménez', reconocido intérprete y compositor argentino.
No solo reconoce la voz, también los versos que comienzan a sonar. Sin darse cuenta, César comienza a cantar al son de la radio 'Paloma Loca', conocida canción de 'La Mona'. Para su sorpresa, recuerda el tema entero.
Su corteza cerebral se había terminado de deshinchar y comienza a recordar todo: que se llama César Torres, que se encuentra en la casa de sus padres y que ama el fútbol y a su Córdoba natal. De acuerdo al diario 'La Nación', César sigue jugando en la actualidad y no le queda ninguna secuela del golpe. Ahora lo hace para Náutico Rumipal, el clásico rival de su querido Fitz Simon.