Actualizado 04/09/2017 16:27

La historia del brasileño que engañó a medio mundo haciéndose pasar por un fotógrafo de la ONU

Martins
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   BRASILIA, 4 Sep. (Notimérica) -

   Dicen que las mentiras tienen "las patas muy cortas", algo que se demuestra con la historia que contaremos a continuación. El protagonista es un brasileño, Eduardo Martins, quien publicaba imágenes impactantes de la guerra en Irak y en Siria, por lo que fue el centro de reportajes y reunió miles de seguidores en Instagram, aunque las sospechas comenzaron a llegar, hasta que desenmascaron su falsa historia como fotógrafo de la ONU.

   Martins basaba su trabajo en hacer montajes de fotos que descargaba de internet y en las que se "pegaba" digitalmente para parecer que él estaba allí. Una historia que parece de película.

   El brasileño se presentó en sociedad como un surfista que, después de atravesar la dura enfermedad del cáncer a los 25, se convirtió en voluntario de la ONU y fotografiaba el drama que se vivía en Irak y Siria durante la guerra.

   Su vida la describía en numerosas entrevistas con una grandilocuencia heroica. "Una vez, durante un tiroteo en Irak, dejé de fotografiar para ayudar a un niño que había sido golpeado por una bomba molotov y lo saqué de la zona de fuego. Dejé de ser un fotógrafo y fui un ser humano", dijo en una entrevista para 'Recount'.

   Para apoyar la autenticidad de sus fotos e historias, el joven hacía referencias a publicaciones suyas en la prensa y mencionaba que era parte de la ONU. Así se fue ganando el cariño de sus seguidores y la confianza de gente real y reconocida en el medio.

SOSPECHAS

   Las sospechas sobre su posible "vida paralela" comenzaron en junio de este año, cuando Martins contacto a 'BBC Brasil' para ofrecer sus historias y fotos de manera gratuita.

   Aunque él se negó a hablar por teléfono apoyándose en que estaba en medio de la batalla de Mosul. Por tanto, se ceñía a enviar mensajes de voz por WhatsApp, aunque siempre en archivos de audio y nunca grabados al instante.

   El momento cúlmen en el que se desenmascaró la mentira de Martins fue cuando el brasileño se acercó a la periodista Natasha Ribeiro, una colaboradora de BBC Brasil que vive en Medio Oriente. Ella desconfiaba de todo lo que Martins contaba.

   Ni la periodista ni las autoridades y organizaciones en Siria lo habían visto nunca. Sus mentiras no tenían límites. Llegó incluso a afirmar que estaba haciendo un "documental con Netflix en Mosul", pero cuando 'BBC Brasil' consultó a la productora, esta dijo que el trabajo nunca fue solicitado.

   En definitiva, se desenmascaró al supuesto fotógrafo. Las cosas no coincidian, Eduardo Martins no era quien decía ser y no estaba donde decía haber estado. Todo era falso, sus credenciales, sus fotografías y toda su historia.

   Sumado a todo eso, Martins "robó" fotografías originales de otros autores y las editó. Para ocultar el robo intelectual, el brasileño invertía el plano horizontar de las imágenes, por lo que incluso a los propios autores de las fotografías les costaba saber si eran las suyas o no.

   Al verse acorralado, Martins eliminó su cuenta de Instagram y anunció, por un número que ya no aparece en WhatsApp, que desaparecería. "Estoy en Australia. Tomé la decisión de pasar un año en una furgoneta rodando por el mundo. Voy a cortar todo, incluyendo internet, también eliminar el Instagram. Quiero estar solo. Hablaremos cuando vuelva. Abrazos", escribió el brasileño.