Actualizado 17/02/2014 23:13

Taxis y autobuses pagan millones al crimen organizado en Honduras

Tegucigalpa, Honduras.
Foto: GETTY

MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La Secretaría de Seguridad de Honduras ha revelado que más de 15.000 autobuses y taxis de las dos principales ciudades hondureñas, Tegucigalpa y San Pedro Sula, financian el crimen organizado en ese país, a través del pago del llamado 'impuesto de guerra' y la extorsión.

   Los estudios realizados por la entidad señalan que los transportistas pagan más de 540 millones de lempiras anuales (casi 28 millones de dólares) por extorsiones y el pago del 'impuesto de guerra', según señala el diario hondureño 'El Heraldo'.

   La investigaciones detallan que solo el transporte público que opera  en las ciudades de Tegucigalpa y Comayagüela paga mensualmente unos 25 millones de lempiras (más de un millón de dólares) al crimen organizado por concepto del pago del "impuesto de guerra".

   No sólo los transportistas pagan, sino también lo hacen las pequeñas y medianas empresas, centros de enseñanza, algunas zonas residenciales y hasta los políticos.

   "No solamente hay que pedir permiso a los miembros de maras (bandas) o pandillas para entrar a barrios y colonias urbanas, sino que hay que pagar por entrar a esos lugares", dijo en una ocasión el entonces candidato presidencial Mauricio Villeda al hablar del 'impuesto de guerra'.

   Pero las víctimas más frecuentes son los transportistas, pues en los últimos años al menos 350 han sido asesinados y, según otros informes, el 80 por ciento de esas muertes está relacionada con el cobro ilegal de dinero.

   En la ciudad de San Pedro Sula, los dueños de taxis, de buses amarillos y 'rapiditos' le transfieren al crimen organizado casi 20 millones de lempiras al mes (poco más de un millón de dólares), es decir,  unos 240 millones de lempiras al año (más de 12 millones de dólares). En Tegucigalpa y San Pedro Sula, los dueños de buses 'rapiditos' deben pagar 600 lempiras diarios (30 dólares) por unidad y entre 300 y 400 lempiras (alrededor de 17 dólares) por cada bus grande que opera en esa zona.

   La Secretaría de Seguridad ha señalado que las zonas de la capital hondureña más peligrosas y donde se ha identificado con mayor fuerza el cobro del impuesto de guerra son Las Torres, Los llanos, El Sitio, La Peña, El Pedregal, Flor del Campo, colonia San Francisco, Calpules, Cerro Grande, El Carrizal, La Sosa, 30 de Noviembre, colonia Estados Unidos, Villanueva, Villa Vieja y la Quezada.

   El delito de la extorsión  ha llegado a tal extremo que ahora los criminales no solo piden dinero, sino también unidades del transporte, según 'El Heraldo'.