Publicado 04/07/2016 15:09

Iberoamérica avanza en los derechos del niño

Niña ante Ministerio del Interior en proceso de regularización de inmigrantes
RICARDO ROJAS / REUTERS

   MADRID, 4 Jul. (Notimérica) -

Casi 70 millones de niños y niñas menores de cinco años podrían morir en 15 años si continúan las tendencias de desigualdad , otros 167 millones vivirán bajo el umbral de la pobreza y 750 millones de mujeres se habrán casado aún siendo niñas. Todo esto, antes del 2030, el plazo para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según el informe 'Estado Mundial de la Infancia 2016: Una oportunidad para cada niño' del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

   Respecto a Iberoamérica, el organismo internacional reconoce que el 86,8 por ciento de los menores de cinco años tienen un desarrollo adecuado en correspondencia con su edad y casi el 90 por ciento se encuentran matriculados en el sistema educativo primario.

   Aún así el informe señala que "se hallan desfases en competencias lingüísticas relacionadas con el nivel de riqueza", a lo que añade que "estos desfases son ya manifiestos a la edad de 3 años y no hay indicios de que los niños se recuperen una vez que ingresan en la escuela".

   El 25 por ciento de personas con bajos ingresos en América Latina y el Caribe vive con menos de cinco dólares al día, aunque la región más castigada es África Subsahariana, donde el 84 por ciento vive bajo esas circunstancias.

   "Negar a cientos de millones de niños una buena oportunidad en la vida significa algo más que amenazar su futuro: al exacerbar los ciclos intergeneracionales de desventaja, se está poniendo en peligro el futuro de sus sociedades", aseguró el Director Ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.

   Por otro lado, según la investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre las puntuaciones PISA de 2012, el desfase medio de estudiantes de la misma edad con la diferencia ser ricos o pobres en la región era equivalente a dos años de escolarización. Por lo que, esta diferencia "repercute en el futuro de los niños y en la prosperidad de los países".

   A diferencia de otras zonas del mundo como Asia o África, la experiencia de América Latina ilustra la necesidad de mirar más allá de los umbrales de la pobreza. Entre mediados de la década de 1990 y 2011, la pobreza extrema en la región se redujo a la mitad gracias al aumento de ingresos, de las pensiones y transferencias sociales, aunque todavía en el año 2013, el 38 por ciento de la población vivía entre 4 y 10 dólares al día.

   Unicef advierte que el ritmo del progreso en materia de salud y supervivencia infantil y materna podrá aumentar o disminuir en función de las decisiones políticas que los gobernantes tomen en los próximos años, que también afecta directamente a la aplicación de derechos. Entre 2008 y 2009, 81 millones de niños y adolescentes sufrieron los efectos de privación de derechos a la educación, nutrición, la vivienda, el saneamiento, el agua potable o el acceso a la información.