MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de la Oficina Regional de América Latina y el Caribe, José Graziano, afirmó recientemente que "son múltiples los factores para convertir la agroenergía en el pilar de un proyecto de futuro para el espacio rural de Latinoamérica".
Graziano participó en la inauguración del I Seminario Internacional de Agroenergía y Biocombustibles de Chile, que tuvo lugar los días 27 y 28 de julio en la sede de la FAO en Santiago y que contó con la participación de países como Argentina, Brasil y Chile.
El seminario, explica la FAO, "sentó las bases para el desarrollo de una política nacional de biocombustibles, además de entregar una serie de lecciones para el país y la comunidad regional". Asimismo, en este evento se anunció la creación de un Plan de Seguridad Energética para el país, y de una Mesa de Trabajo público-privada encargada de definir una política nacional sobre bioenergía.
Por otro lado, representantes de los Ministerios de agricultura de Brasil y Chile, de Minería y Energía de Chile y de la Secretaría de Agricultura de Argentina, expusieron la situación de sus respectivos países y la necesidad de diversificar la matriz energética, llamando a la cooperación entre los países de la región para compartir experiencias y lecciones aprendidas en la producción de fuentes alternativas de energía, en especial aquellas relacionadas con la biomasa.
Por su parte, la FAO presentó el plan de su Plataforma Internacional de Bioenergía, como una forma de coordinar el esfuerzo mundial para avanzar en el desarrollo de esta nueva fuente energética. Además, entregó una síntesis de la situación mundial de los biocombustibles, en la que destacaba que la disminución de la oferta del petróleo a partir del año 2020 sería "inevitable".
La FAO recalcó asimismo la necesidad de que el sector agrícola se organice para suplir la demanda que no podrá ser atendida por el petróleo. Además, como alternativa más competitiva para Chile, se sugirió a los sectores público y privado el desarrollo de agroenergía a partir de materias primas lignocelulósicas.
Finalmente, se destacó la "imperiosa necesidad" de diversificar y expandir la matriz energética, reducir las emisiones contaminantes y proteger el Medio Ambiente avanzando de forma paralela en un marco legal y regulario, además de establecer un programa de biocombustibles y considerar normas de calidad y fiscalización.