Actualizado 10/10/2015 21:28

La II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático pide auxilio para salvar la Tierra


LA PAZ, 10 Oct. (Notimérica) -

La II Conferencia Mundial de los Pueblos Sobre Cambio Climático y Defensa de la Vida se ha inaugurado este sábado en Tiquipaya, Bolivia, con un claro llamamiento de auxilio para salvar la Madre Tierra, "herida de muerte", según advirtió el canciller boliviano David Choquehuanca.

Tiquipaya sirve de escenario para la II Conferencia Mundial de los Pueblos, vista como una "gran oportunidad, es el único espacio del mundo" para evitar la destrucción de la Tierra, dijo Choquehuanca durante su discurso ante la atenta mirada del presidente boliviano, Evo Morales, el canciller de Francia, Laurent Fabius y el alcalde de la capital colombiana de Bogotá, Gustavo Petró, además de los demás asistentes.

"Juntos construiremos una propuesta para salvar nuestra Madre Tierra", señaló Choquehuanca según ha recogido la agencia de noticias boliviana ABI. Ante más de 4.000 delegados de distintas organizaciones civiles de casi 50 países, el Canciller boliviano estimó que "el incremento del dióxido de carbono que registra la atmósfera es algo que no se ha visto en miles de años". "Esto es lo que nos convoca a todos nosotros, nuestro planeta está herido de muerte", añadió.

La Conferencia Mundial de los Pueblos de Tiquipaya ha convocado además al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el presidente de Ecuador, Rafael Correa; de Venezuela, Nicolás Maduro; el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez; y el nuncio del papa Francisco en Bolivia, Geambatistta Diquattro.

Esta conferencia, celebrada en Bolivia y convoca por Evo Morales, se celebrará entre los días 10 y 12 de octubre donde se pretende buscar solución a algunas de las consecuencias del cambio climático que afectan a la región, como los diluvios, la sequía, las inundaciones, olas de calor o heladas.

Las conclusiones de la cumbre serán llevadas a la reunión de la ONU que se desarrollará entre los días 30 de noviembre y 11 de diciembre en París y cuyo objetivo es crear un nuevo acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto de 1997.