Actualizado 04/01/2016 18:14

La impunidad de los asesinatos a periodistas saca los colores al Gobierno mexicano

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REPORTEROS SIN FRONTERAS

   MÉXICO DF, 4 Ene. (Notimérica) -

   Hace tan solo unos días, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) publicó un informe en el que denunciaba la muerte de 110 periodistas en todo el mundo durante 2015.

   En el mismo se advertía de que América, con 27 fallecidos, continúa siendo el continente en el que más profesionales del periodismo fallecen tanto en el ejercicio de su función como en otros momentos.

   El toque de atención más claro se lo dio la FIB a Brasil, con seis muertos a sus espalas, y a México, que con ocho se convierte en el país latinoamericano más peligroso para los periodistas.

   "Los profesionales que investigan el tráfico de drogas en la región, especialmente en las fronteras de México, se exponen a un grave peligro y algunos mueren a manos de los narcotraficantes que operan en la zona", señalaba el informe.

   A esta situación hay que sumar la impunidad hacia los asesinos o los autores materiales de dichos crímenes. En concreto, este año, cinco de los ocho homicidios continúan sin resolver, según el informe 'Clasificación mundial de la libertad de prensa 2015' publicado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) recientemente.

   De hecho, de los ocho periodistas asesinados, tres murieron en el ejercicio de su profesión o asesinados deliberadamente, mientras que los otros cinco aún se desconoce el motivo.

   Además, RSF advierte de la peligrosidad de trabajar en los estados de Veracruz y Oaxaca, donde los reporteros se vuelven "blancos de las mafias y de las personalidades políticas locales cuando denuncian hechos de corrupción".

El informe critica precisamente que los periodistas en México ya no tienen dónde esconderse. "Antes, algunos podían huir de estos estados y se refugiaban en regiones más tranquilas, pero el asesinato de Espinosa (...) demostró que hoy en día ya no existe ningún refugio para los periodistas amenazados", añade.

   La organización se refiere al asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa, que fue hallado muerto en su domicilio de México DF pocos días después haber denunciado que sentía que su seguridad estaba en riesgo tras realizar una serie de reportajes en el estado de Veracruz.

   Por último, advirtió de que la ley para la protección integral de personas defensoras de derechos humanos y periodistas que el Gobierno mexicano promulgó a raíz del asesinato de Espinosa en Distrito Federal, solo será eficaz "si se extiende a todos los estados y recibe los medios efectivos para su aplicación".

   En octubre, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) situó al país norteamericano como el octavo país más peligroso del mundo para el ejercicio del periodismo, por delante de Pakistán, Rusia, Brasil, Bangladesh, Nigeria e India.