Actualizado 09/08/2015 12:24

El indígena condenado a 17 meses de prisión por llamarse igual que un asesino

   MÉXICO DF, 8 Ago. (Notimérica) -

   El indígena zoque Víctor Hernández Gómez, en prisión desde hace 17 meses por recibir el mismo nombre que un homicida mexicano y no poder explicarse en la lengua española --que no traduce ni habla--, ha logrado que un juez penal ordene su puesta en libertad y reconozca el fallo de la Procuraduría General de la Justicia del Estado de México.

   Víctor Hernández Gómez no habla español, su lengua materna es el zoque y por la vergüenza de simular comprender a las autoridades judiciales, respondió con un "sí" a cada una de sus preguntas. Según recoge la revista 'Proceso', así aceptó inconscientemente su participación en el homicidio de Raquel Guillén Santiago, asesinada en 2001 en la comunidad Ocotal Maravillas, perteneciente al estado de Chiapas.

   Los primos de la víctima, Fredy Guillén Tamayo y Octavio Guillén Ruiz, únicos testigos del crimen, denunciaron ante las autoridades a Víctor Hernández Gómez como responsable del crimen.

   El indígena bautizado con el mismo nombre, originario del municipio de Ocotepec --a unos 250 kilómetros del lugar del crimen--, es un hombre de 49 años, trabajador del campo y que por problemas económicos --la pobreza azota sobre su región-- decidió trasladarse temporalmente al estado de Oaxaca en busca de un nuevo empleo. Allí, unos convecinos le confundieron erróneamente con un delincuente.

   Las autoridades oaxaqueñas cotejaron los datos y al encontrar el nombre de Víctor Hernández Gómez, pasó a estar a disposición de las Procuraduría General de la Justicia de Chiapas.

   El indígena tuvo que vender la mayor parte de sus bienes muebles para poder hacer frente a los costos de un abogado y con ello verificar la autenticidad de su nombre, acta de nacimiento, denominación de los progenitores y solicitar una recomendación del alcalde de su municipio que acreditase la honorabilidad del hombre.

   Víctor Hernández Gómez desconocía el motivo de su detención y no comprendió el significado de la palabra homicida hasta que le fue explicado por sus compañeros de celda. Entonces, negó el crimen.

   El caso se conoció públicamente con la abogada Francelia Estrada Valdez que retomó la defensa del indígena, exhibió las irregularidades del caso e impugnó y ganó la sentencia condenatoria de los ocho años impuesta. Tras la reciente orden de puesta en libertad, solicitará a las autoridades la reparación de los daños económicos y psicológicos, así como una disculpa pública frente a la comunidad de Ocotpec por dañar el honor y prestigio de su cliente --un hecho imprescindible para su condición en el interior de la etnia.

   La Procuraduría General de Justicia del Estado ha retirado la acusación penal tras admitir que el verdadero homicida no es Víctor Hernández Gómez, sino Víctor Manuel Hernández Gómes, originario de Villacorzo y quien posiblemente se halle en Estados Unidos. La autoridades fallaron en su investigación por no verificar la identidad del acusado, obligándole a una condena de ocho años de prisión.

   El error derivado de una "z" ha significado no solo la violación de los Derechos Humanos de Víctor Hernández Gómez durante 17 meses consecutivos, sino el coartar la libertad y dignidad de un hombre casado, padre de cinco hijos y monolingüe como la mayoría de los mexicanos, sólo que este originario de la Ribera Huacano, Ocotepec de Chiapas.