Actualizado 10/01/2012 16:48

La inestabilidad política y el terremoto impiden el desarrollo de Haití

MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Manos Unidas ha alertado de que, a pesar de observar algún avance "lento" en Haití, dos años después del terremoto que sacudió el país y que dejó más de 220.000 muertos, unos 300.000 heridos y 1,5 millones de desplazados, la inestabilidad política y las aún evidentes consecuencias del terremoto "impiden en gran medida el desarrollo del país".

   Así, la organización ha remarcado que, al llegar el segundo aniversario del "terrible" terremoto que sacudió Haití la imagen que se está ofreciendo del país "no es muy diferente de aquella que se vio en aquellos fatídicos días: pobreza, inestabilidad política y un terremoto; un cóctel de difícil solución".

   Como ejemplo de esta continuidad, Manos Unidas ha apuntado la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), establecida por la ONU el 1 de junio de 2004 que, casi ocho años después, sigue allí, o la llegada al poder de Michel Martelly "que tantas expectativas generó" pero que, "por el momento, no parece haber cambiado las cosas".

   Mientras tanto, según la ONG, los haitianos se preguntan "donde están los más de 4.000 millones de dólares, que nadie ha visto, prometidos por los países para superar el terremoto".

   Pero, tal y como indica Manos Unidas, la actual configuración económica, social, cultural y de desarrollo de Haití no es fruto del terremoto sino de la "dura historia" que ha vivido pues fue "víctima desde su descubrimiento del expolio de recursos, la corrupción y las  injerencias externas".

   No obstante, ha apuntado que en el país "no todo es pobreza y desolación", algo que se refleja en miles de historias de superación como la de Gastón, un joven camionero que perdió las dos piernas y a su familia en el terremoto y que el pasado 13 de octubre salió por fin del centro en el que le habían atendido, bajo la supervisión de la misionera Isa Sola con prótesis en las piernas.

   Manos Unidas ha trabajado en las diferentes fases de emergencia en Haití y sigue apoyando otros proyectos en el ámbito de la reconstrucción y el desarrollo para lo que ha recaudado un total de 3,8 millones de euros. Además, pretende ser un apoyo al trabajo de la red internacional de ONGD católicas CIDSE (de la que es miembro) reforzando el trabajo del grupo creado en su momento para apoyar y acompañar el esfuerzo de sus socios locales.