Actualizado 12/04/2017 11:41

Las intensas lluvias en la costa de Ecuador dejan ya 27 muertos

People walk on a flooded street after heavy rainfall in Duran, Ecuador April 4,
HENRY ROMERO / REUTERS

   QUITO, 12 Abr. (Notimérica) -

   El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó este martes de "grave" la situación a la que se enfrentan diferentes zonas del país durante la etapa invernal por el fenómeno 'El Niño costero', que por el momento se ha cobrado la vida de 27 personas, además de haber originado grandes pérdidas en cosechas y daños en las viviendas.

   El número de personas fallecidas por las condiciones del invierno incrementó tras la muerte de un hombre de 29 años y otro de 74, según indicó la titular de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Susana Dueñas, quien anticipó en una rueda de prensa junto al mandatario ecuatoriano que la Fiscalía debe aclarar las causas de la muerte de una tercera persona.

   "La situación es grave. Las lluvias, de acuerdo con los entendidos, superan las del fenómeno de El Niño, de 1998", apuntó Correa durante su visita a Portoviejo, la capital provincial de Manabí, donde evaluó las condiciones del lugar tras las lluvias.

   Asimismo, el mandatario sobrevoló varias localidades de la región costera y pudo determinar los daños ocasionados por las intensas precipitaciones durante estos días. Por el momento, se han contabilizado más de 7.000 hectáreas de cultivos destruidas, además de miles de familias damnificadas cuyas viviendas han sido inundadas, según publica 'Andes'.

   "Estamos enfrentando situaciones serias. La naturaleza nos ha estado poniendo a prueba en estos últimos 24 meses", señaló Correa, quien alertó de la necesidad de una buena organización y soldaridad por parte de los ciudadanos para la reposición de electrodomésticos y el reemplazamiento de viviendas "que evidentemente se encuentran en zonas de riesgo".

   Por último, el presidente ecuatoriano se refirió a los continuos aguaceros registrados como una posible consecuencia del terremoto de magnitud 7,8 del pasado 16 de abril de 2016, que provocó que los terrenos se volvieran más vulnerables y cambió la hidrología de los ríos.

   Por ello, propuso un nuevo estudio de las condiciones del lugar, además de activar diversos programas de seguridad y entrega de provisiones a las familias afectadas. Sin embargo, señaló que aunque "se ha trabajado con los gobiernos locales, no se puede hacer todo en pocos meses", de acuerdo con 'Prensa Latina'.